jueves, 6 de diciembre de 2007

Comentario de Carlos López Dzur sobre el Poema "Anatomía de un vacío"


HOLA PAOLO. Este poema, «Anatomía de un vacío» que parece tan sencillo es profundo y, a mi juicio, concierne a la estructura del deseo. Ese deseo que a veces se manifiesta tardíamente, porque se reprime o se parece a otros de la estructura deseante de otra gente que no tiene nuestros mismos motivos, para mal o para bien. El Deseo se pospone entonces... Diría que la Chica "parada en medio de la calle" es el Deseo Genérico (¿por lo hermoso? en el Mundo como región pública. Es un Deseo peculiarmente hermoso. Los deseos no son malos, son necesarios, por eso regresan y atraen. A veces ya tarde, cuando el objeto de deseo desaparece o muere y deja insatisfecha la volición del deseante. Esta Chica / Deseo atrae a las aves de rapiña (incluyendo esos músicos (gatos) con guitarras eláctricas que le cantan baladas; también ; ladran por ella los que muerden, tientan al tirar el anzuelo; los que la miran como objeto de su deseo y aún le sacan fotografías, por admirarla (¡el deseo tiene algo hermoso! = repito). El hablante que cuenta la escena / anécdota en el poema ha captado que ese Chica / Deseo / es a él a quien mira; pero él es pasivo ante ella y no se deja llevar / tentar / por la inmediatez de una satisfacción, aunque le gusta, lo que está insinuado en la frase «garza amada de mi vientre». El vientre es culminación para la estructura del Deseo porque lo que se desea comienza en la boca como alimento, se consuma en el estómago (barriga / vientre); o bajo el vientre, donde se evidencia gonadalmente la sexualidad. El desenlace de la trama / anécdota / del poema es triste; lo es por causa de la fugacidad del tiempo, el «efímero perfume» y la «pared», símbolo de la separaciones. Cuando ya es tarde, la Chica / objetividad del Deseo / ha muerto y sólo queda el vacío, el recuerdo, la presencia subjetiva del Deseo. Lejos de que este hablante sea indiferente, él «sale a escena», ha "corrido a perseguirla", aunque ya es tarde y el orgullo de reaccionar a satisfacerse y retomarla es inocuo. La Luna Anciana es el tercer elemento interesante del texto porque determina el límite. Lo temporal. El Deseo tiene un tiempo. Lo que proseguirá es «correr en círculos», salir de escena, frustradamente, escarbando entre lo que ya no existe y es anatomía del vacío.

Carlos López Dzur



ANATOMÍA DE UN VACÍO


Una chica me mira y está parada en medio de la calle.
Soy el único que se ha salvado de besarla
soy el único
que no se atreve a ver sus cabellos y silbar su sombra.
Una palabra rueda por los charcos de mi estómago
y la chica parada en medio de la calle
no se mueve y me mira.
Los gatos se le acercan con guitarras eléctricas a cantarle una balada.
Un perro le tira un hueso hasta sus piernas.
Un hombre le ha tomado una fotografía.
Soy el único que la mira y no le silba al cuello.
Soy el único que no vuela entre sus ojos,
sólo salgo de la escena corriendo en círculos
buscando mi alma entre las piedras
antes de morir
antes de morder el anzuelo
y enterrar la garza amada de mi vientre,
esperar a la luna anciana otra vez abriendo su pecho interminable.
La chica ha muerto me dice un ciego tocándome el bolsillo.
Yo orgulloso corro ha perseguirla
Escarbo sobre una pared su efímero perfume
y sólo humo
sólo barro y cemento
me muestran su cuerpo,
el que nunca deseé como ahora.

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