martes, 16 de diciembre de 2008

PASA RÁPIDO, LIMA - Paolo Astorga


PASA RÁPIDO, LIMA

El recuerdo no es del viento que pasa, sino
que viene
Carlos Oliva


Oscurece el tránsito en una pierna sudorosa
Los buitres sienten mi apellido
Nadie habla mientras agoniza el tiempo,
Como un cráneo que parte al más allá;
Y cumplo con la vida mordiendo cinturas espectrales
Esquinas tumefactas, hinchadas bestias tratando de asfixiar
Su cúpula infinita.
Ya sabes de mí, que corro tras el viento
Hipócrita sombra, dulce cangrejo inmolado de ambulancias
Sordera tras sordera
Yo he de fijar mi palabra en tu sien
Sordera tras sordera
Una bala, un viejo hueco en medio de la calle
Desnudará todos tus vacíos
Y seguirás soñando
Pródigo al asecho de los semáforos y los botes de basura
Muriendo, absorbiendo toda la niebla,
Absorbiendo el silencio de adolescentes engullidos
Por el despojo que domina un cráneo delirante
Seguirás soñando
Seguirás
Torpe, aún impenetrable.

domingo, 14 de diciembre de 2008

PUESTO DE PERIÓDICOS - Paolo Astorga


PUESTO DE PERIÓDICOS



Renacuajo de espasmos matutinos, te incendia mi mirada
el comer dolor y aplastarlo todavía más allá como un brujo que emprende
un viaje sin morder el ojo insuficiente, despreciado por el tiempo,
lobos plateados en un óvulo fantástico de esperma que encabrita lunas,
árboles, rasguños de cielo, casas vacías donde parieron mi enorme huella
abstraída de la nada, un cuadro de hermosos sexos ostentosos
como el deseo de patear una pelota a media tarde
y llorar después de comer rostros,
objetos que no abren sus turbias almas y comer en símbolo,
flameando un pecho, un ¡Viva el Perú carajo!
Y continuar con la yugular reteniendo el universo,
comer en símbolo un accidente de tránsito sin escribir cuántos murieron,
cuántos aún me escupen a la cara por decirles que los amo
y que muy en el fondo apuñalo grotescamente su silencio,
la hipócrita sombra escondida
diseñando una mañana en el desquicie del resentimiento
y un nuevo titular desgastando todas las memorias.

De sin llegar a lo invisible 2008

683 PLANTA NEUROLOGIA - Adolfo Marchena


683 PLANTA NEUROLOGIA

Adolfo Marchena

(Narrativa)



Un fragmento:

“Kurt y Geor se carcajearon. Geor bajó a por otro par de copas. El jazz y el deseo se entrecruzaban y se volvían más intensos. Fieras indomables de los sentidos sumados a la entrepierna que cada vez arrinconaba más al oído, al resto de los sentidos, volviéndose más intentos e inmensos, la entrepierna, si cabe la repetición. Geor se entretenía charlando con Orson mientras Kurt planificaba el desembarco en las playas de Olietta Tieta. Una playa demasiado minada. Naturalidad -se dijo-, aunque pisara una mina y volase por los aires. Sólo quedarían canicas con pelo esparcidas por la arena. Kurt supuso que una frase, no hilvanada con demasiada gramática, sin pretensión visible o prepotencia, desarticularía el campo minado de Olietta Tieta.”


Descargar el libro:
http://es.geocities.com/guardado200810/index_plantaneurologia.zip
Sobre el Autor:
http://es.geocities.com/editorialremolinos/index_i12.htm

Cuando falta un suspiro para crear un grito - Luis Alejandro Ordóñez


Cuando falta un suspiro para crear un grito
Luis Alejandro Ordóñez
(Narrativa)




Un fragmento:

“Camino intentando poner las cosas en su justa medida, mi situación no es igualable a la muerte, los mendigos y recogelatas que compiten conmigo por su pedazo de acera quieren decírmelo, la vida es mucho más fuerte, más persistente. No logro escuchar sus rostros, entender sus intenciones detrás de las sucias máscaras, les tengo miedo, les huyo. Algo dentro de mí dice que no me deje engañar, aunque no lo parezca, aunque todavía pueda respirar, pueda pensar, pueda gritar, pueda insultar, estoy muerto.”

Descargar el libro:
http://es.geocities.com/guardado200810/index_cuandofaltaungrito.zip
Sobre el Autor:
http://es.geocities.com/editorialremolinos/index_i11.htm

miércoles, 10 de diciembre de 2008

YO QUISE SER EL MUNDO (Paolo Astorga)


YO QUISE SER EL MUNDO



Otra vez el charco incólume, la patria durmiente,
otra vez noche de asfalto y frontera,
escribo y el desierto hace hombres sin espaldas, estómagos andantes
bajo la frágil garúa que no te ha nombrado, que no te ha dado la Verdad
instalando al ser y la nada, el designio que oscurece un par de ojos vagos
y el tránsito pariendo lascivas estrellas y un muchacho quiso ser el mundo
y se tiró de un puente o salió del cine inflando sus pulmones
a contemplar forzosamente la ciudad y sus cuerpos interiores,
la máscara enjuta de un cielo reventado por las masas
qué sería de mí, sin mis dioses, sin maletines y corbatas,
sin los postes que han predecido en tus ojos un fuego extraño
que ni el sol podrá ver. Es el fin, chocan dos autos
aprieto el acelerador, Lima ha vuelto a ser la extraña humedad de un beso,
apariencia infinita de un abrazo, mirada extraviada soportando una memoria;
ya no hay segunda muerte después del otoño
ni otra muchacha con un sexo sin angustia.
Yo quise ser el mundo detrás de las paredes y los postes sin insomnio
me hablaron de poesía y de mujeres
de borrachos y muñequitas de goma,
pero ahora ya no soy la luz, ahora ya no soy el mundo
ni la sangre derramada que escupo, ni el triste rencor de los que jamás regresan
a la soledad que todos juzgan, violan, tiran al río y olvidan
al perderse la luna detrás de las ventanas
y las eternas velas que aún no terminan de encenderse tras la noche.


Del Libro Sin llegar a lo invisible (Editorial Electrónica Remolinos, 2008)

lunes, 1 de diciembre de 2008

Revista Literaria Remolinos # 35


Revista Literaria Remolinos # 35

Saludos, estimados lectores de la Revista digital de creación literaria Remolinos (ISSN: 1997-3489). Le informamos que acabamos de editar el número 35 de nuestra revista correspondiente a los meses de Diciembre - Enero de 2008/2009, la cual contiene la más selecta expresión literaria y cultural de autores de diferentes partes del mundo:


Editorial:

La lectura en la Internet (una opinión)
Por: Paolo Astorga


Poesía:

Liliana Celiz
Maria Alejandra Castellanos
Graciela Bucci
Carla Striker
Yamila Greco
Rodrigo Alejandro Jara Reyes
Maria de los Milagros López
Ana María Intili
José María Ahuitzotl Pastrana
Luciana Martín
Roxana Ghiglino
Marcelo Pezzotta
Carlos Ernesto García
Alex Javier Martínez Huamán
Oscar González Pardo
Martha Pardiño
Eder Hernán Sarao
Yurimia Boscán
Lucía Solís
Pablo Miravet
Alonso David Lázaro Quispe
Francisco Pinzón Bedoya
Estrella Gómes
Lilia Boscan de Lombardi
Ana Patricia Moya
Yamilka Noa

Narrativa:

Harol Gastelú Palomino
J. Carlos de León
José Núñez del Arco de la Cuadra
Andrés Tapia Faggioni
Alberto Hernández Güemes
Ricardo Iribarren
Ricardo Abdahllah
Coral Tello
Daniel Alejandro Gómez
Lina Macchi
Amado Gómez Ugarte
Ana Patricia Moya

Entrevistas:

Marina Verónica Garritano
José Antonio Núñez del Arco de la Cuadra
Pilar Ana Tolosana Artola

Crítica Literaria:

El beso de la mujer araña (1976)
Manuel Puig
Por: Alexis Antonio Alvarado

Apropiación y desestabilización del discurso masculino y legitimación del contradiscurso en Las reinas de Polanco
Por: María Aránzazu Garralda Ortega

Exposición del cuento “Reunión” de Julio Cortázar
Por: Sócrates Tsokonas

La dramaturgia hoy a la búsqueda de la ritualidad
Por: Carlos Fos

Artículos:


¿Quieres ser mi novia?
Por: Lidia Corcione Crescini

GUARANI: LENGUA MARAVILLOSA, VALIENTE Y VIVA
Por: David Galeano Olivera

DINERO
Por: Andrés Ugueruaga

La Poesía como representación
Por: Ricardo Martínez

MARGARET ATWOOD, la escritora de sobrado talento e infinitas sensibilidades
Por: María Aixa Sanz

*Reseñas:


Feroz eucaristía
Rafaela Pinto

El Jabalí
Varios Autores

Quilombario
Eduardo Espósito

Amórfor
Salomón Valderrama

*Nota: Esta sección es para mostrar las reseñas de los libros han llegado a nuestra redacción. Si desea enviarnos su libro, ya sea poesía, narrativa, ensayo, o revistas, puede enviar un ejemplar de la obra a la dirección postal siguiente:

Sr. Paolo Astorga
Av. Malecón Checa 557
San Juan de Lurigancho
Lima 036, Lima-Perú


Agradecemos desde ya su gran contribución para con este espacio.



Lo invitamos a disfrutar de esta nueva edición que ha sido creada exclusivamente para todos ustedes.

Agradeceríamos eternamente que distribuya esta información a todos los que desee conveniente.

Si desea publicar algún texto en nuestra Revista sólo haga clic aquí

Para Visitar la Revista has clic aquí

Si no puede acceder haga un clic aquí: http://es.geocities.com/revista_remolinos

Para enviar comentarios acerca de nuestra publicación sólo firme nuestro libro de visitas haciendo clic aquí


Saludos y Éxitos,

Paolo Astorga
Editor de la revista de creación literaria Remolinos

Ingrese a la Editorial Electrónica Remolinos, edición de libros digitales totalmente gratis:
http://es.geocities.com/editorialremolinos

Descarga gratis el libro de poemas Anatomía de un vacío, escrito por Paolo Astorga, sólo has clic aquí
Descarga gratis el segundo libro de poemas Sin llegar a lo invisible, escrito por Paolo Astorga, sólo has clic aquí

jueves, 20 de noviembre de 2008

Alguien que anda por ahí: Julio Cortázar, literatura y exilio


Maria E. Twardy
University of Massachusetts - Amherst

Resumen: Este estudio analiza la función de lo fantástico en el relato "Segunda Vez" como mecanismo de denuncia ante hechos históricos acaecidos durante la dictadura argentina de los años setenta. Los elementos fantásticos, en este caso, no se presentan como recurso ficcional sino que forman parte de la realidad extraliteraria de ese momento.


"Siempre he sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hayamos aprendido por fin a no sorprendernos de nada" Julio Cortazar, La vuelta al día en ochenta mundos.

En esta colección de cuentos publicada por primera vez en México en 1977, Julio Cortázar incluye dos relatos que según sus palabras "provocaron la cólera de la Junta militar argentina" porque denunciaban la realidad histórico-política latinoamericana de ese momento. (En González Bermejo 1978: 144)

Estos cuentos son: "Segunda vez" y "Apocalipsis de Solentiname". El primero de ellos describe la desaparición de personas en circunstancias misteriosas, aunque no se manifiesta una relación explícita con el contexto; y el segundo refiere las situaciones de violencia que padecieron muchos intelectuales latinoamericanos durante este régimen.

Cortazar declaró que escribió "Segunda vez" en 1974 cuando las persecuciones, la represión, el exilio en masa, y en especial la desaparición de personas todavía no formaban parte de la realidad cotidiana en Argentina. Es necesario aclarar, sin embargo, que durante esa época se formó una organización terrorista de ultraderecha conocida como La triple AAA (Alianza Anticomunista Argentina) responsable de innumerables crímenes políticos.

En 1976, dos años después de los hechos mencionados, al presentar para su publicación en Argentina el volumen Alguien que anda por ahí donde se incluyen estos relatos, los censores no dudaron en verlo como una provocación y un atentado a las autoridades.

La particularidad de estos cuentos, es que manifiestan una ruptura con la línea literaria que Cortázar mantenía desde los años cuarenta. A partir del triunfo de la revolución cubana en 1959, y de la posterior visita de este autor a ese país en 1961 hizo que su visión política dejara de ser meramente teórica: "Desde ese día traté de documentarme, traté de entender, de leer [...]"(En Prego 1985: 181)

Esa circunstancia activó una suerte de mecanismo que antes había estado inmovilizado o ignorado y por lo tanto, sus escritos fueron incorporando situaciones reales que sucedían en diferentes partes de América Latina: "Los temas donde había implicaciones de tipo político o ideológico más que político, se fueron metiendo en mi literatura". (1985: 181)

En Argentina, por ejemplo, un golpe militar en 1976 derroca a Isabel Perón e instaura un régimen represivo. A partir de estos acontecimientos, Cortázar siente que no puede mantenerse ajeno a ellos, necesita hacer algo por los problemas de su país y de Latinoamérica. No piensa convertirse en un escritor político, pero sí mantener un contacto diferente con sus lectores: "[...] si en otro tiempo la literatura representaba de algún modo unas vacaciones que el lector se concedía en su cotidianeidad real, hoy en día en América Latina es una manera directa de explorar lo que nos ocurre e interrogarnos sobre las causas por las cuales nos ocurre [...] (1984: 114)

En consecuencia, ese compromiso que Cortázar va a asumir con la historia se verá reflejado en muchos de sus cuentos, como "Reunión" publicado en Todos los fuegos el fuego (1966), "Sobremesa" en Ultimo Round (1969), "Graffiti" publicado en Queremos tanto a Glenda (1981), "Satarsa" en Deshoras (1982).

En este espacio nos concentraremos solamente en el cuento "Segunda Vez" ya que presenta elementos muy típicos de la literatura fantástica que, paradójicamente, se ajustan a una realidad extraliteraria: la desaparición de personas y la consiguiente incertidumbre y desazón que provoca.

Veremos cómo Cortázar escribe "del lado de allá" o desde el exilio una nueva ficción donde lo fantástico y el mundo real, cognoscible para el lector, convergen a nivel del texto como resultado del condicionamiento del contexto histórico. Al respecto, Irene Bessiere opina:

El relato fantástico no define una cualidad de objetos o seres existentes pero supone una lógica narrativa a la vez formal y temática que, sorprendente o arbitraria para el lector, refleja, bajo el aparente juego de la invención pura, las metamorfosis culturales de la razón y del imaginario colectivo. (2001: 184)

Conforme a esta nueva literatura que nace del compromiso del autor con la historia, los personajes de "Segunda Vez" ya no serán meros cronopios surgidos de la vigilia o los sueños, sino personas reales que viven el horror como algo cotidiano.

Para Cortázar el cuento se mueve en ese plano del hombre donde la vida y la expresión escrita de esa vida confrontan y de esa batalla surge el cuento: "[...] una vida sintetizada, una fugacidad en una permanencia [...]". Antes que nada está el autor con todas sus vivencias y su capacidad para darle un sentido literario, y después está la manera que utilizará para volcar todo ese cúmulo de experiencias en algo que será un cuento y que pretenderá llegar mucho más lejos, (1994: 370, 376); en el sentido que quedará sellado en nuestras memorias del mismo modo que una fotografía.

"Segunda vez" describe eficazmente lo que sucedía durante los años de la dictadura mediante un narrador que representa un organismo subalterno que cumplía órdenes de un superior desconocido: "[...] y entonces dejábamos de trabajar y comentábamos las novedades, la visita del jefe, los cambios de arriba [...]". (Cortázar 1977: 48)

Es a partir de estas injusticias cuando Cortázar dice: "Yo tuve la necesidad de sentarme a la máquina y escribir un artículo protestando por esa injusticia, me sentí obligado a no quedarme callado [...] y eso en el fondo es lo que termina por llamarse compromiso" (En Prego 1985: 131).



Segunda vez

Bastaría el primer párrafo del cuento para sospechar que su posterior argumento se centrará en un relato político. Pero como no se observa de forma explícita relación alguna con el contexto histórico, podría interpretarse como un relato fantástico donde el estado de extrañeza se manifiesta desde el comienzo. Tal vez así se lo consideró cuando la revista Crisis pudo publicarlo (1973-1976) en abril de 1976, poco tiempo después del golpe militar de Jorge R. Videla.

Heinrich Hudde y Gabriela Hofmann La Torre consideran un tema de la literatura fantástica el hecho de que una persona desaparezca dentro de un espacio cerrado. Sin embargo, en un seminario sobre Cortázar en 1984 en Erlangen Alemania, al realizar una encuesta a 24 estudiantes que habían leído "Segunda vez", resultó que la mayoría lo identificó como un texto político, aunque no lo relacionó con la problemática de los desaparecidos, y sólo una minoría se refirió concretamente al caso argentino. (1985: 183)

"Segunda Vez" es un relato muy corto que resume en seis páginas todo el horror del régimen militar imperante en Argentina desde 1976 hasta 1983. La voz narrativa inicial y final es un "nosotros" que representa a los que saben, en oposición a "ellos" los citados o sospechosos: "No más que los esperábamos, cada uno tenía su fecha y su hora [...] Ellos, claro, no podían saber que los estábamos esperando, lo que se dice esperando [...]". (1977: 47)

Hay además una segunda voz que no participa de la historia que cuenta (Pons 1992: 191), sino que relata lo que les pasa "a ellos" los que no saben, centrándose en el pensamiento de la protagonista María Elena y experimentando en su discurso las mismas dudas que ella: "La citaban a una oficina de la calle Maza, era raro que ahí hubiera un ministerio [...]". (1977: 48) Aquí comienza la historia.

María Elena recibe una citación en papel amarillo con un sello verde y una firma ilegible indicando fecha y lugar. Al llegar a la dirección indicada experimenta cierto desasosiego por la ubicación de una oficina pública en un barrio poco común. Pregunta al vendedor del quiosco de diarios para cerciorarse que está en el lugar correcto. Al dirigirse al edificio, un narrador indirecto observa que hay varios autos estacionados con alguien al volante leyendo el diario o fumando, a quienes podríamos identificar como vigilantes civiles. Al entrar al recinto, le causa más extrañeza aún el pasillo largo y angosto, la escalera al final, la chapa sucia con un papel pegado para "tapar" alguna inscripción, la falta de una bandera, un tercer piso sin ascensor, sin timbre ni chapa en la puerta: "después de ese papel tan serio con el sello verde y la firma y todo". (1977: 49)

Al abrir la puerta, una nube de tabaco le da la bienvenida antes de poder distinguir a un grupo de personas de diferentes edades sentadas en un pasillo largo con una puerta al fondo. Mientras espera su turno traba conversación con Carlos, un joven que venía por segunda vez y a quien nunca verá salir de la oficina. Luego se irá pensando con la incertidumbre de saber que pasó con Carlos, y qué le pasará a ella tres días después cuando tenga que venir … por segunda vez.

El cuestionamiento de la historia oficial es una preocupación social, y en "Segunda Vez" se advierte claramente el intento de hallar un lector cómplice, mediante la exploración de un terreno nuevo que acorta la distancia entre lo fantástico y lo real.

Rosalba Campra explica al respecto:

Existe una verosimilitud de lo verdadero que no necesita ser demostrada y la realidad siendo un hecho incontrovertible, puede permitirse el lujo de la inverosimilitud; lo imposible, en cuanto ha sucedido, puede prescindir de demostraciones. El texto fantástico, intrínsecamente débil por lo que se refiere a la realidad representada, tiene la necesidad de probarla y de probarse. […]. Lo real de lo fantástico, considerado como género, responde a ciertas reglas de verosimilitud, diferentes de las que subyacen a un texto realista. Cuando se lee un relato fantástico se sigue una estrategia de lectura que prevé la aceptación del acontecimiento fantástico. La ley del género es la infracción […] no es la infracción la que tiene que someterse a la verosimilitud, sino más bien las condiciones generales de su realización". (2001: 174-175)

Para esta autora, no es la trasgresión lo que debe ser creíble, sino el resto, que deberá responder a un orden natural, es decir a un territorio conocido por el lector. En este sentido, lo fantástico pasa a formar parte de lo cotidiano; se configura como una de las posibilidades de lo real. Por lo tanto, para reflexionar sobre lo fantástico, primero debemos preguntarnos qué o cuál es la realidad.

Martha Nandorfy señala que nos resulta difícil aceptar que la realidad representada, o lo que percibimos como real, esté sujeto a convenciones. (2001: 244) Por eso, cuando aparece algo sobrenatural dentro de esa realidad en la cual confiamos, se produce un quiebre entre esas diferencias. Allí, descubrimos que nos hallamos inevitablemente integrados a ese contexto problemático cuyas irregularidades deberemos resolver.

En "Segunda Vez" identificamos algunos elementos propios del género fantástico que provocan incertidumbre, como narraciones con datos ambiguos y personas que desaparecen. Estas estrategias le sirven al escritor para denunciar un hecho histórico-político concreto. En primer lugar un "nosotros" anuncia lo que les va a suceder a "ellos", al mismo tiempo asoma un yo que ordena al nosotros: "Lo único que les pido es que no se me vayan a equivocar de sujeto, primero la averiguación para no meter la pata y después pueden proceder nomás". (1977: 48) Inmediatamente después, una tercera voz relata el desarrollo de los hechos a partir de la citación de María Elena.

La convocatoria en papel amarillo, con el sello verde y la firma ilegible pero con un contenido que no explica la naturaleza del trámite, palabra ambigua e indefinible, resultan contradictorios para la protagonista, y para el lector que ya empieza a preguntarse con cierta preocupación cual será el destino de la joven. Tanto es así que Maria Elena: "la había mirado muchas veces en su casa [...] y en el ómnibus volvió a sacarla de la cartera [...]". (1977: 48)

La ubicación de un organismo público en una calle donde no suele haber oficinas públicas resulta sorprendente aun cuando el narrador nos aclara: "su hermana había dicho que estaban instalando oficinas en cualquier parte porque los ministerios ya resultaban chicos..." (1977:48)

La puerta principal angosta, la escalera al fondo, la entrada a la oficina del tercer piso, y el pasillo también angosto unido a una segunda puerta, presentan un ambiente sórdido y sofocante que se asemeja más a un sitio clandestino que a una oficina legal. El pasillo nos hace pensar en un pasaje al infierno, donde la gente está a la espera de un juicio, tal vez por eso después del interrogatorio: "las personas tenían un aire más joven y más ágil al salir, como un peso que les hubieran quitado de encima [...]". (1977: 54)

Dentro del despacho, María Elena es testigo de lo más inexplicable, la ausencia de Carlos, que había entrado minutos antes y a quien no vio salir. El empleado "de cara enfermiza" le hace llenar una planilla: "con las pavadas de siempre" y María Elena: "sintió que algo le molestaba, algo que no estaba del todo claro. No en la planilla, donde era fácil ir llenando los huecos; algo afuera, algo que faltaba o que no estaba en su sitio. La única puerta de la oficina, pero Carlos no estaba ahí. Antigüedad en el empleo. Con mayúsculas, bien clarito". (1977: 55) Nótese en este pasaje la estrategia narrativa para contrastar lo que está claro y lo que no lo está. (mi énfasis)

Esta escena es muy significativa, nos sugiere que el elemento fantástico subyace en esas interrogaciones no dichas de Maria Elena, y lo fantástico cumple la función de responder estos interrogantes. Este es el clímax del relato, porque la Maria Elena ingenua del comienzo deja de escribir para ponerse a pensar en lo que verdaderamente le ha ocurrido a Carlos. Al respecto, Maria Cristina Pons piensa que la protagonista en este momento deja de ser una posible sospechosa para convertirse en una cómplice, razón por la cual tendrá que venir por segunda vez. (1992: 189)

El relato alcanza así, siguiendo a Campra, el encuentro de dos verosimilitudes: La de lo verdadero, sin necesidad de demostrarse, y la de lo fantástico sujeta a prueba. (Por ser intrínsecamente débil con respecto a la realidad representada)

En palabras de Irene Bessiere, lo fantástico: "Se constituye sobre el reconocimiento de la alteridad absoluta, a la cual presupone una racionalidad original, "otra" justamente. Más que de la derrota de la razón, extrae su argumento de la alianza de la razón con lo que ésta habitualmente rechaza ". (2001: 98, 99)

Lo fantástico representa en la ficción una zona al margen de la Historia, pero a la vez la Historia, que como en este caso, se inscribe en la ficción. La cuestión de los desaparecidos es en verdad, siguiendo a Cortázar, un manejo diabólico. Esa ausencia se concibe como presencia a la vez. Si bien el desaparecido se identifica con un sentimiento negativo ocasionado por la falta de un cuerpo; sin embargo, al mismo tiempo nos hace pensar que no está muerto, y abriga la esperanza de que en algún momento va a aparecer con vida.

En el relato, todo lo descrito desde que María Elena recibe la convocatoria no aporta ninguna explicación, en realidad añade más dudas; la convocatoria y el trámite resultan más insólitos que la desaparición propiamente dicha. En relatos anteriores como "Casa Tomada" o "El otro cielo", lo extraño se relacionaba con lo fantástico más que con algún tipo de denuncia. En "Segunda Vez" lo extraño alude a una situación histórica específica que todos conocíamos pero que no se informaba públicamente, razón por la cual, el texto no puede resolver el misterio, sigue siendo tanto o más absurdo que al principio.

Características como ambivalencia, contradicción, ambigüedad, y paradoja, en palabras de Bessiere, son propias de los cuentos fantásticos que vacíos de datos precisos, esconden sin embargo, una realidad cruel y siniestra sin ninguna posibilidad de salida (2001: 98, 100), y "Segunda Vez" se ajusta a esta descripción. Lo fantástico y lo real se subvierten, lo que se muestra como una situación normal son infracciones o transgresiones éticas y morales, el orden es desorden y lo imposible es realizable. La ambigüedad del texto existe porque es el fiel reflejo de una realidad inexplicable.

"Segunda Vez" se presenta como un discurso colectivo que concentra todo lo que no se puede decir en la literatura oficial porque incluye la intención del escritor comprometido y la de sus lectores cómplices a quienes va dirigido.



Conclusiones

Cortázar afirma que el alejamiento de su país no significó un alejamiento de sus problemas. Al contrario, le permitió seguir más de cerca los terribles acontecimientos que se desarrollaron en Latinoamérica durante esos años. Opina que deberíamos ver el exilio como algo positivo, como algo que nos obligue a reaccionar y a hacer más cosas, en lugar de retraernos. Para el escritor exilado, dice Cortázar, el exilio es un arma que tiene para reaccionar ante la censura, para convertir su negatividad en una nueva toma de realidad y la literatura es el mejor camino: "Esa visión extrema del exilio como pura infamia y puro desprecio, me ha llevado paradójicamente a invertir totalmente su signo, a asumirlo como positividad, como un valor y no como una privación [...] una praxis positiva del exilio tiene un doble valor; si por un lado pueden modificar estereotipos negativos y disminuir nostalgias comprensibles pero esterilizantes, por otro lado representan una estrategia y un arma de combate, en la medida en que no aceptan la negatividad con la cual tanto cuentan las dictaduras". (1984: 40)

Ante el exilio y las prohibiciones, Cortázar encuentra en la literatura, especialmente la fantástica, un modo de responder frente a situaciones de violencia, como en el caso de las desapariciones, pero su objetivo es también reclamar una toma de conciencia del lector colectivo que se identifica con la realidad literaria y con la del sistema opresor establecido.



Bibliografía

Bessière, Irene (2001) "El relato fantástico: Forma mixta de caso y adivinanza". En David Roas, comp. Teorías de lo fantástico. Arco. Madrid.
Campra, Rosalba (2001) "Lo fantástico: Una isotopía de la transgresión". En David Roas, Comp. Teorías de lo fantástico. Arco. Madrid.
Cortázar, Julio (1994) "Algunos aspectos del cuento". Obra crítica/2. Edición de Jaime Alazraki. Alfaguara. Buenos Aires - México.
Cortázar, Julio (1984) Argentina: Años de alambradas culturales. Muchnik. Barcelona.
——. ( 1977) "Segunda Vez". En Alguien que anda por ahí y otros relatos. Alfaguara. Madrid.
González Bermejo, Ernesto (1978) Conversaciones con Cortázar. Edhasa. Barcelona.
Nandorfy, Martha (2001) "La literatura fantástica y la representación de la realidad". En David Roas, Comp. Teorías de lo fantástico. Arco. Madrid.
Pons, María Cristina (1992) "Compromiso político y ficción en 'Segunda vez' y 'Apocalipsis de Solentiname' de Julio Cortázar". Revista mexicana de sociología, (Oct-Dic), ( 54) 4, pp. 183-203.
Prego, Omar (1985) La fascinación de las palabras. Conversaciones con Julio Cortázar. Muchnik. Barcelona Terramorsi, Bernard. "Acotaciones sobre lo fantástico y lo político: a propósito de 'Segunda Vez' de Julio Cortázar". INTI 1985-1986, 22-23. pp. 231-237.
Torre, Gabriela. "El destino de los desaparecidos y lo kafkiano: La narración de Cortázar, 'Segunda vez' y su repercusión en lectores alemanes". INTI 1985, 22-23. pp. 177-188.

Maria E. Twardy
University of Massachusetts - Amherst
mtwardy@spanport.umass.edu


© Maria E. Twardy 2008
Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid
http://www.ucm.es/info/especulo/numero40/coexilio.html

jueves, 13 de noviembre de 2008

Una lectura mágica de Los ríos profundos, de José Mª Arguedas


José María González-Serna Sánchez


--------------------------------------------------------------------------------

Castro Klaren (Castro Klaren: 1973) afirma que la magia es el medio gracias al cual el ser humano puede intentar comunicarse y comprender el mundo que le rodea y que apenas entiende. En Los ríos profundos, Arguedas presenta una visión del universo como un todo interrelacionado y el acercamiento mágico a ese mundo consiste en intentar descubrir los caminos subterráneos que se mueven entre los seres, las cosas y los valores espirituales, en definitiva, se trata de comprender la esencia del Cosmos, consistente en descubrir la interrelación de seres y objetos. Pero esta percepción integradora y panteísta no es compartida por todos los personajes de la novela, tan sólo por el pueblo indígena y por Ernesto, el personaje protagonista "introducido" gracias a su infancia pasada en el ayllu y en su quebrada madre.

A lo largo de la novela, el autor utilizará diferentes elementos y motivos que sitúan la novela en el ámbito de lo maravilloso, rasgo este que la sitúan un paso adelante en la evolución de la narrativa indigenista peruana, como señala Tomás G. Escajadillo (Escajadillo: 1994). En estas páginas intentaremos comentar algunos de estos elementos de lo real maravilloso que aparecen por la obra.

La estructura mítica.-

La novela de Arguedas está montada sobre dos pilares estructurales de dilatada tradición literaria, como son, por un lado el motivo del viaje y por otro el del héroe adolescente que protagoniza el tránsito de la infancia a la edad adulta. Ambos motivos son de fácil rastreo a lo largo de la historia de la literatura, tanto aislados como combinados, arrancando desde la Biblia y la épica clásica, pasando por la picaresca hasta llegar a la literatura del siglo XX en la que son frecuentes los relatos que se estructuran sobre esta base, y sería ocioso, por evidente, enunciar aquí obras que los incorporan.

El viaje de Ernesto en Los ríos profundos pasa por tres etapas que conviene que analicemos más detalladamente. La corta estancia en Cuzco conforma la primera etapa del viaje iniciático de Ernesto. Cuzco es ciudad sagrada y centro del mundo en el que se unen cielo y tierra. El protagonista antes de su entrada en la ciudad solamente tenía de ella las referencias apasionadas de su padre. Ese hecho explica las palabras del niño cuando al entrar en la ciudad se ve deslumbrado por las luces de la estación del ferrocarril:

El Cuzco de mi padre, el que me había descrito quizás mil veces, no podía ser ese (Arguedas: 1985, p. 8).

Ernesto se va desesperando poco a poco hasta que por fin tiene la primera toma de contacto visual con el espacio mítico del pasado andino:

-Mira al frente –me dijo mi padre-. Fue el palacio de un inca.

Cuando mi padre señaló el muro me detuve. Era oscuro, áspero; atraía con su faz recostada... (Arguedas: 1985, p. 8).

Esta atracción ejercida sobre Ernesto le lleva páginas después a la toma de contacto físico, mediante la cual sentirá la vitalidad latente de los restos incaicos. Supone la culminación de una experiencia mística:

Toqué las piedras con mis manos; seguí la línea ondulante, imprevisible, como la de los ríos, en que se juntan los bloques de roca [...] El muro parecía vivo, sobre la palma de mis manos llameaba la juntura de las piedras que había tocado (Arguedas: 1985, p. 11).

Es en contacto con este muro cuando Ernesto se da cuenta de su calidad de elegido y de que sólo él tiene la capacidad para relacionarse y comunicarse con las rocas. Así queda de manifiesto al referirse al episodio en el que un borracho orina sobre el muro:

No perturbó su paso el examen que hacía del muro, la corriente que entre él y yo iba formándose (Arguedas: 1985, p. 11).

Ernesto es un elegido, y en su calidad de tal, le es obligado el paso por la ciudad de Cuzco. Allí se cargará de fuerza mágica, de la capacidad para captar la vida interior de las cosas...

Tu ves, como niño, algunas cosas que los mayores no vemos. La armonía de Dios existe en la tierra (Arguedas: 1985, p. 15).

Pero si Ernesto es un elegido, si se le ha concedido un don especial para captar la armonía del Cosmos, es porque tiene una misión que cumplir. Esa misión consiste en la recuperación de una utopía: el estado edénico de los incas, una suerte de paraíso perdido. Ernesto debe recuperarlo y ser capaz de relacionarlo con el presente, lo que lleva a pensar, como dice Cornejo Polar (Cornejo Polar: 1973), que la novela oscila sobre dos goznes, de un lado el afán integrador consistente en la restauración del pasado incaico, y de otro la realidad de un mundo desintegrado, como se manifiesta en la clarísima red de oposiciones que se establece en la obra y que analizaremos más adelante. Pero en Cuzco, como sucedía en la primera etapa del viaje de Ernesto, también hay algunos elementos negativos. Es el caso de los avaros, representados por el Viejo, con quien se enfrenta el protagonista en su rol de elegido y protegido.

En Cuzco, Ernesto y su padre encontrarán otros elementos mágicos además de los muros del palacio de Huayna Capac. Entre ellos, quizás destaque sobre otros la María Angola, la gran campana fabricada con el oro inca que recubría los muros del palacio. Pero la María Angola no es mágica en virtud de ser campana, ya que esa es una transformación cristiana, sino en virtud del oro de que está hecha:

¡El oro, hijo, suena como para que la voz de las campanas se eleven al cielo y vuelva con el canto de los ángeles a la tierra! (Arguedas: 1985, p. 19)

El oro es símbolo y reflejo de la luz solar que todo lo impregna y gobierna...

En aquel pueblo de los niños asesinos de pájaros, donde nos sitiaron de hambre, mi padre salía al corredor [...], acariciaba su reloj (de oro), lo hacía brillar al sol y esa luz lo fortalecía (Arguedas: 1985, p. 19)

El oro es algo muy cercano a lo Uno, ya que es extraído del mismo corazón de la Pacha Mama. Al final de la novela volverá a aparecer el oro en esas dos monedas que el padre de Palacitos le da a Ernesto para que "o emprenda viaje o pague su entierro"; ambas no son sino formas distintas de conseguir integrarse en la Naturaleza purificadora.

La segunda etapa es el largo peregrinar del protagonista siguiendo los pasos de su padre por toda la geografía del Perú. Este peregrinar no está exento de peligros, como demostrará la estancia en Yauyos:

Los niños de la escuela venían por grupos a recoger los loros muertos; hacían sartas con ellos (Arguedas: 1985, p. 34).

Los niños no sólo realizan un acto de crueldad con los loros muertos, sino que atacan el orden y rompen la visión beatífica que Ernesto tiene del mundo. Estas dificultades por las que pasan padre e hijo antes de llegar al Cuzco se explican al entenderlas como parte de un rito que marca el paso de lo profano a lo sagrado.

La estancia en Abancay constituyen la tercera etapa del viaje del protagonista. Abancay romperá la idea del orden natural que Ernesto había aprendido con los indios, porque en esa ciudad aparecerá materializado el mal. El odio es rasgo definitorio y propio de un lugar que Arguedas nos presenta desde el principio como un espacio negativo...

Es un pueblo cautivo, levantado en la tierra ajena de una hacienda (Arguedas: 1985, p. 39)

Las últimas palabras del capítulo III son clara anticipación de lo que va a ocurrir en Abancay:

Recibiría la corriente poderosa y triste que golpea a los niños cuando deben enfrentarse solos a un mundo cargado de monstruos y fuego, y de grandes ríos que cantan con la música más hermosa al chocar contra las piedras y las islas (Arguedas: 1985, p. 44)

La estructura maniquea que se encuentra en toda la novela se hace brutalmente concreta en Abancay, y más aun, en el internado, espacio cerrado y opresivo dentro de otro espacio cerrado.

La última etapa del viaje de Ernesto consiste en la vuelta a emprender camino al internarse en la sierra y en el pasado, pues ese era, paradójicamente, su futuro.

El motivo de los ríos.-

El río significa en la novela la permanencia de lo quechua, al ser entendido como lo que fluye eternamente. El protagonista verá en los ríos una divinidad purificadora, ya que es sangre que desciende de la sierra y trae recuerdos de un pasado feliz. El río ejercerá sobre Ernesto una función liberadora: los días que puede, el chico sale corriendo de la opresión del internado y se dirige al Pachachaca para desintoxicarse. Allí recuerda, contempla, siente la naturaleza y consigue olvidar que también él se contagió del mal al entrar en el patio interior del internado. Junto al río, Ernesto recuperará la esperanza en un mundo integrado.

Pero el río no solo purifica, sino que también sirve para arrastrar el mal y alejarlo del internado y de Abancay...

El río la llevaría (la fiebre) a la Gran Selva, país de los muertos ¡Como al Lleras! (Arguedas: 1985, p. 254)

Las piedras.-

La piedra es lo indestructible del mundo incaico. Están dotadas de vida propia que sólo puede ser captadas por iniciados o elegidos, como hemos visto más arriba al hablar de la estancia del protagonista en Cuzco. Pero no todas las piedras están dotadas de esa cualidad, solamente las rocas vírgenes, irregulares, las otras han perdido su esencia mágica, porque "golpeándolas con el cincel les quitarían el encanto", dice el padre de Ernesto. Esa es la razón por la que las piedras de la Catedral no se comunican con el niño, pese a provenir de antiguos edificios incas.

El zumbayllu.-

El zumbayllu es una especie de trompo que representa en la novela la identidad profunda de la memoria, la naturaleza y la música. Se trata de un objeto integrador que sirve para hacer funcionar los recuerdos más recónditos, casi podríamos decir que posibilita la recuperación de la memoria genética...

El canto del zumbayllu se internaba en el oído, avivaba en la memoria la imagen de los ríos (Arguedas: 1985, p. 77)

El zumbayllu es el elemento mágico por excelencia de la novela y, por supuesto, el instrumento ideal para Ernesto, al ser capaz de captar la interrelación existente entre los objetos. Para Luis Harss (Harss: 1983) es la encarnación de la rotación terrestre y por ello simboliza en la novela una cultura arcádica que sigue viva en el orden natural.

Las funciones del zumbayllu en la historia narrada son variadas. En primer lugar tiene la utilidad de servir para comunicar mensajes a lugares lejanos, evocando la Naturaleza...

Estaba solo contemplando y oyendo mi zumbayllu [...] que parecía traer al patio el canto de todos los insectos alados que zumban musicalemente entre los arbustos floridos (Arguedas: 1985, p. 97)

También es objeto pacificador, símbolo del restablecimiento del orden, como sucede en el episodio en que Ernesto regala su zumbayllu al Añuco. Pero, sobre todo, es un elemento purificador de los espacios negativos. En la cita anterior hemos visto como devuelve la alegría a los internos al evocar la Naturaleza, sin embargo, el verdadero hecho purificador se produce en las páginas finales de la novela cuando Ernesto entierra su zumbayllu en los excusados, en el mismo sitio donde los alumnos del internado violaban a la opa Marcelina. El zumbayllu, al entrar en contacto con la tierra, purifica el ambiente e incluso permite que germinen las flores; flores que el muchacho llevará como ofrenda al cementerio en el que está enterrada la opa, como último vestigio de la depravación y como símbolo del perdón natural a Marcelina.

La red de oposiciones.-

Los ríos profundos es una novela que se sustenta sobre la antítesis. Desde el principio del relato encontramos estas oposiciones, como sucede con el choque que se produce entre el Viejo y Ernesto o, poco después, con la dialéctica entre el pueblo de los asesinos de pájaros y el chico y su padre. Pero será en la ciudad de Abancay donde se materialice brutalmente el enfrentamiento de visiones del mundo. En último término se tratará de una oposición maniquea entre el Bien y el Mal que se concretará en diferentes situaciones a lo largo del núcleo central de la novela.

El primer contraste lo encontramos entre el propio nombre de la ciudad,

Awankay es volar planeando, mirando la profundidad (Arguedas: 1985, p. 38)

y la realidad del pueblo,

Es un pueblo cautivo, levantado en la tierra ajena de una hacienda (Arguedas: 1985, p. 39)

Dentro de la ciudad, dentro del internado, volveremos a encontrar una nueva antítesis planteada entre los espacios abiertos y cerrados. Los primeros estarán adornados con adjetivos que indican luminosidad y pureza, mientras que en los segundos aparecerán aves atroces, ambientes pesados y sucios. El protagonista de la novela querrá huir de esos espacios cerrados, deseo que sólo conseguirá mediante la acción de la memoria y de los caminos, bien sean terrestres, caso del camino de Patibamba, bien sean fluviales, como es el río Pachachaca, al que nos hemos referido previamente. La precipitación de Ernesto hacia los espacios luminosos se convierte en una especie de renacimiento que le permite volver a encontrarse con su quebrada madre de Viseca.

Dentro de la ciudad de Abancay, la tragedia agónica de Ernesto se concretará aun más en el internado. Allí, el Bien y el Mal los encontraremos articulados en torno a los dos patios del colegio. El patio de honor aparecerá caracterizado por la luz, la música, el agua y la piedra, además de ser el sitio para bailar el zumbayllu; frente a él, el patio interior se define por la oscuridad, la brutalidad, el mal olor, la tierra sucia y el sexo inconfesable, como es la violación de la opa y las masturbaciones.

En el colegio, el Mal aparece vinculado casi exclusivamente con el sexo. Este es considerado como una experiencia negativa que llena de vergüenza, opresión y culpa a algunos de los chicos. Con el sexo, los internos creen estar jugando a la salvación o condenación eterna, y la lucha contra el remordimiento se hace insostenible. En este sentido, el personaje del Chauca es emblemático, al debatirse constantemente entre el furioso deseo por la opa y el afán de santidad y pureza.

Los personajes que desfilan por el internado de Abancay pueden clasificarse fácilmente según el criterio de su vinculación con el Bien o el Mal. De esa forma pueden establecerse diferentes grupos de personajes. Por un lado tenemos a los que permanecen siempre en la esfera del Mal: es el caso del Peluca y el Lleras, que acabará siendo castigado por el río arrinconando sus huesos fétidos en la orilla. Frente a este primer grupo se posicionan los personajes que permanecen durante la acción narrada dentro del ámbito del Bien, como sucede con Palacitos, Romero y el propio protagonista. El resto de los personajes podemos ordenarlos según la evolución sufrida a lo largo del relato, de forma que la opa Marcelina encarnaría el paso del Mal al Bien, puesto que, aunque es la desencadenadora del furor sexual de los internos, acaba redimida por su sufrimiento:

A esta criatura que ha sufrido recógela, Gran Señor [...] ¡Ha sufrido, ha sufrido! Caminando o sentada, haciendo o no haciendo, ha sufrido ¡Ahora le pondrás luz en su mente, la harás un ángel y la harás cantar en tu gloria, Gran Señor! (Arguedas: 1985, p. 228)

Frente a la evolución sufrida por la opa, Antero protagoniza el camino contrario que le lleva del Bien al Mal, de estar en la órbita mágica del que conoce los secretos del zumbayllu a quedar descalificado ante los ojos de Ernesto al imponerse su visión racionalista y pragmática del mundo. En una última posición encontramos al padre Linares, caracterizado por una personalidad ambivalente que Ernesto capta desde el primer momento: unas veces lo ve como "un pez de cola ondulosa y ramosa", mientras que en otras ocasiones se le asemeja a "don Pablo Maywa, el indio que más quería"; hacia el final de la novela, el narrador-protagonista será contundente:

El Padre me ha salvado. Tiene suciedad, como los otros, en su alma, pero me ha defendido ¡Dos lo guarde! (Arguedas: 1985, p. 232)

Los internos del colegio llevarán a cabo una cruzada contra el Mal que culminará en la expulsión del Lleras y la conversión del Añuco. Sólo quedará el Peluca, pendiente constantemente del patio interior... Pero cuando el Mal parece desaparecer del colegio, la fiebre se cierne sobre Abancay, lo que provoca la dispersión de los alumnos. Ernesto huirá hacia la sierra, y en esa huida imagina que lucha contra la enfermedad:

Quizá en el camino encontraría la fiebre [...] Vendría disfrazada de vieja [...] Yo ya lo sabía. Estaba en disposición de una piedra en la que había escupido una cruz [...] Rezando siempre, la arrastraría hacia el puente; la lanzaría después, desde la cruz, a la corriente del Pachachaca (Arguedas: 1985, p. 244)

Ernesto entiende que para vencer al Mal por excelencia es necesaria la unión de las fuerzas mágicas que provienen de lo inca y lo cristiano (la piedra en la que se escupe una cruz de saliva), pero solamente el río acabará purificando Abancay de la epidemia, igual que purificó el colegio llevándose al Lleras.

Bibliografía.-

Arguedas, José María: Los ríos profundos, Barcelona, Planeta-Agostini, 1985.

Castro Klaren, Sara: El mundo mágico de José María Arguedas, Lima, IEP, 1973.

Cornejo Polar, Antonio: Los universos narrativos de José María Arguedas, Buenos Aires, Losada, 1973.

Escajadillo, Tomás G.: La novela indigenista peruana, Lima, Amaru Editores, 1994.

Harss, Luis: "Los ríos profundos como retrato del artista", en Revista Iberoamericana, Nº 122, Enero-Marzo, 1983.

Marín, Gladis C.: La experiencia americana de José María Arguedas, Buenos Aires, Fernando García Cambeiro, 1973.

Urello, Antonio: José María Arguedas, el nuevo rostro del indio, Lima, Librería-Editorial J. Mejía Baca, 1974.

Rouillon, José Luis: "La otra dimensión: el espacio mítico", en Recopilación de textos sobre José María Arguedas, La Habana, Casa de Las Américas, 1976.

Rowe, William: "Mito, lenguaje e ideología como estructuras literarias", en Recopilación de textos sobre José María Arguedas, La Habana, Casa de Las Américas, 1976.


--------------------------------------------------------------------------------

Sincronía Verano 2002

Biblioteca de Baviera devuelve libros de Thomas Mann a Zúrich


Los 75 tomos serán entregados este 19. Los nazis se apropiaron de las obras en 1933.


Berlín. EFE.



La Biblioteca Estatal de Baviera devolverá al archivo Thomas Mann de Zúrich 75 tomos de la biblioteca privada del autor de La montaña mágica que los nazis se habían apropiado en 1933.
Así lo anunció ayer la biblioteca bávara que indicó que en su mayoría los libros son traducciones de obras de Mann a otros idiomas. La devolución se producirá el 19 de noviembre con la colaboración del nieto del escritor Frido Mann. En 1933 los nazis decomisaron los bienes que se encontraban en la casa privada de Thomas Mann en Mú-nich y los libros los entregaron a la biblioteca bávara.
Sin embargo, la familia logró llevar a Zúrich parte de ella. Desde el 2003, la biblioteca bávara procura detectar entre sus fondos libros que hayan llegado a ellos de manera ilícita para devolverlos a sus propietarios o a los herederos de estos.

Rainer Maria Rilke: El sentimiento de ser poeta


Manuel Vicent
El Arca Digital

Escribía versos. Sólo se sentía poeta y como tal, iba de mansión en mansión dejando un rastro de amores imposibles. La belleza y el espanto le perseguían adonde quiera que fuera y parecía huir siempre en busca de sí mismo. Con estos conceptos, el escritor Manuel Vicent traza una magnífica partitura biográfica sobre Rainer Maria Rilke.

La gran hazaña de Rainer Maria Rilke fue enamorar a todas las princesas, duquesas, marquesas y baronesas del imperio austro-húngaro y también a sus respectivos maridos; ser invitado a sus castillos, palacios y residencias; dejar en ellas como pago sólo unos poemas y que fuera ésa la forma en que sus nobles anfitriones se sintieran dignificados. Este hombre de ojos azules acuosos fue un poeta errante que iba de mansión en mansión, en Venecia, en Capri, en la Selva Negra, en París, en Roma, en Estocolmo, en Florencia, en San Petersburgo, en Duino y por dondequiera que pasó fue dejando también un rastro de amores imposibles. La vida de Rilke la dividió en dos un hecho banal: en 1906 se cortó la perilla pelirroja y se dejó el bigote estilo tártaro que le acompañaría hasta la muerte. Tenía entonces 31 años. Era el momento en que la fama estaba llamando ya a su puerta y el poeta se preparaba para las fotografías.

Había nacido en Praga, 1875, hijo de un militar frustrado, Josef Rilke, que acabó de funcionario de ferrocarriles, y de una madre, Sophie Entz, cuya cabeza estaba llena de delirios de grandeza, de armiños y carnets de baile sin que lograra nunca aceptar su condición de clase media. De hecho se separó muy pronto de su marido y se fue a vivir a Viena para rodearse del gran mundo de la corte y en Praga dejó a su hijo de nueve años vestido de niña con muchos lazos y puntillas a cargo del tío Jaroslaw, hermano del padre. Existen dudas de que Rilke llegara a superar este trauma, puesto que el odio a su madre le perduró hasta la muerte aunque tal vez de ella heredó su amor a la nobleza.

A expensas de su tío ingresó en la Academia Militar, en Moravia, pero fue un cadete enfermizo y tuvo que abandonar la carrera de las armas. Luego estudió filosofía y derecho en la Universidad de Praga. Muy pronto tuvo conciencia de que su destino estaba en otra parte. Escribía versos. Sólo se sentía poeta. Se hizo labrar un escudo familiar con dos lebreles rampantes y al amparo de una asignación de 200 guldas de su tío levantó en primer vuelo y recaló en Múnich donde enseguida realizó la primera captura. En una cervecería conoció a la condesa Franziska von Reventlow, una criatura bellísima y bohemia abandonada por la familia que vagaba sin rumbo en medio de la soledad. Rilke ensayó con ella su forma particular de conquista. Una primera aproximación a través de la ternura, unos versos incandescentes y cuando la caza ya estaba entregada el poeta huyó sin dejar de inundarla de bellos recuerdos a través de cartas y mensajes, de regresos y partidas.


Poco después entró en su vida una pieza de caza mayor. Lou Andreas-Salomé, una rusa de San Petersburgo, casada con un catedrático de lenguas asiáticas. Esta mujer se dedicaba a probar hombres de máximo nivel, a sobrevolarlos, a enamorarlos y a abandonarlos sin dejar de hacerse inolvidable. Por su vida pasarían Nietzsche, Freud y Mahler, venados de catorce puntas. Ella y Rilke usaban la misma forma de amar. El poeta tenía 21 años cuando fue abducido por la personalidad de esta mujer libre, diez años mayor que él. Entre los dos compusieron una pasión intelectual, una complicidad amorosa, y al mismo tiempo una sumisión atemperada por la admiración y una locura andrógina, que al final se transformó, como en otros casos, en una amistad estética. Vivieron juntos. Viajaron a juntos. Ella llevó a Rilke a San Petersburgo, su patria, y después sucesivamente habitaron en refugios secretos y no se sabe qué les producía a ambos más placer si encontrarse o buscar cada uno por su lado la soledad. Esa pasión fue manantial de muchos poemas amorosos. "Apágame los ojos y te seguiré viendo, cierra mis oídos y te seguiré oyendo, sin pies te seguiré, sin boca te seguiré invocando".


Rilke pasaba de los altos salones a las pensiones de mala muerte en una lucha sobrehumana por convertir lo visible en invisible a través de sus poemas. En medio de la miseria, de pronto, recibía una invitación. Podía ser de Rodin en París, del que fue secretario, o de la condesa Giustina Valmarana de Venecia, a una de cuyas hijas había enamorado en un viaje anterior. En esta misma ciudad había tenido otras amantes, la primera de ellas Mimí Romanelli que ya no se recuperaría nunca de los versos del poeta. Pero la llamada también podía venir de Berlín o de Hamburgo. Allí había aristócratas que coleccionaban noches de Rilke y él atendía a sus requerimientos. Acudía a la cita, pasaba unos días, unas semanas, unos meses entre jardines y porcelanas y se hacía sangre en la soledad para liberar la profunda poesía que lo habitaba. Así fue dejando atrás sus libros.


Pese a todas las fugas hubo un momento en que Rilke cayó casado. Fue con la escultora Clara Westhoff y sólo convivió con ella lo suficiente para que le naciera una hija. Lo suyo era rozarse con las amantes como con las alas de los ángeles. Buscaba una mujer que fuera guardiana de su soledad. Por lo demás el poeta sólo necesitaba silencio. Clara le dio el silencio y la lejanía, como Lou Andreas-Salomé, como la niña mendiga en las calles de París, Marthe Hennebert, a la que Rilke dio cobijo y educación y enamoró antes de abandonarla. "Cuando se ama a una persona se desea siempre que se vaya para poder soñar con ella", le dijo Marina Tsvetáieva, una escritora a la que también había enamorado. "El amor vive en la palabra y muere en las acciones", le contestó Rilke. Otra vez las cartas, otra vez los recuerdos. La princesa Marie von Thurn und Taxis le cedió el castillo de Duino, frente al Adriático, y allí escribió Rilke sus elegías.
Hubo un momento en que el editor Kippenberg se hizo cargo de toda su obra dispersa y le aseguró un estipendio regular al poeta. Ya había viajado a Egipto, se había extasiado en los templos de Luxor y en el Valle de los Reyes. Ahora seguía soñando con Toledo. Un día emprendió ese viaje hacia el sur para saciarse con toda la mística del Greco y huyendo del frío de Castilla llegó hasta Sevilla y Ronda donde se hospedó en el hotel Victoria.


La belleza y el espanto le perseguían adonde quiera que fuera y parecía huir siempre en busca de sí mismo. Al sentirse enfermo de muerte la princesa Marie von Thurn le cedió su mansión de Valois. Un Dios sin Cristo de intermediario le esperaba. Rilke fue un símbolo de su tiempo. En medio de guerras y matanzas de una Europa que se despedazaba en una carnicería este poeta seráfico trascendió aquel espacio como un ser incontaminado impartiendo el don de la belleza. Murió en la madrugada del 2 de enero de 1926 cuando todas las campanas del valle de Valois tocaban a misa. En su tumba fue grabado el epitafio que él mismo se había escrito.
"Rosa, oh contradicción pura, alegría De no ser sueño de nadie bajo tantos Párpados".
Rodearon su tumba amantes enamoradas, viejos amigos, el editor Kippenberg y su mujer Khaterina y algunas gentes sencillas, que eran todas princesas.


Manuel Vicent / Periodista español
Premio Nacional de Literatura (España)

http://www.elarcadigital.com.ar/
http://www.elarcadigital.com.ar/modules/revistadigital/articulo.php?id=1194


--------------------------------------------------------------------------------



--------------------------------------------------------------------------------

viernes, 3 de octubre de 2008

Revista Literaria Remolinos # 34 (Edición de aniversario)


Saludos, estimados lectores de la Revista digital de creación literaria Remolinos. Le informamos que acabamos de editar el número 34 (EDICIÓN DE ANIVERSARIO) de nuestra revista correspondiente a los meses de Octubre – Noviembre de 2008, la cual contiene la más selecta expresión literaria y cultural de autores de diferentes partes del mundo:


Editorial:

Tres años de Remolinos: a pesar de los desmanesPor: Paolo Astorga



Poesía:


Ramón Fernández Palmeral
Marina Verónica Garritano
Eduardo Sánchez Flores
Miguel Ángel Rincón Peña
Yamila Greco
Gabriela Molina Herrera
María Gabriela Abeal
Melissa Ramírez Arévalo
Julio Pino Miyar
Norma Etcheverry
Miguel Aguado Miguel
Juan Carlos Guardela
Marina Bernal
Pere Bessó
Ramón Miguel Machón Pascual
Yolanda Ramírez Míchel
Juan Emmanuel Ponce de León
Lucevan vagh Owen Berg
Julio Carabelli
Mauricio Torres Paredes
Susana Ferrer
Raúl García Palma
Marina Verónica Garritano
René Dayre
Marlene Pasini
Ana María Caliyuri
Jorge Borja Menéndez Díaz
Lidia Corcione Crescini


Narrativa:

C. A. Campos
Lina Macchi
José Núñez del Arco de la Cuadra
Ricardo Martinez
Carlos Almira Picazo
Rolando Revagliatti
Gustavo Marcelo Galliano
Luis Alejandro Ordóñez
Pilar Ana Tolosana Artola
Stélios Dándolos
Ángel Vicente Cano
Juan Carlos Hernández Cuevas
Ángel Olgoso
Judith Godoy

Entrevistas:

Álvaro Guerrero Gabella
Ricardo Abdahllah
Johanna Marcela Rozo Enciso

Crítica Literaria:

“LOS DESMORONAMIENTOS SINFÓNICOS”
DE MIGUEL ILDEFONSO
Por: Rodolfo Ybarra

“Travesías”,
de Miguel Fajardo Korea
Por: Alfonso Chase

EN TORNO A LA FIGURA DE BOLAÑO
Por: Daniel Rojas Pachas

Carlos Rodríguez Ferrara:
La lucidez de la eternidad como destino estético
Por: María Cristina Solaeche Galera

Artículos:


Claude Monet, padre del impresionismo
Por: Jorge Queirolo Bravo

Klaas Wellinga: Los poetas y el poder
(política cultural en la Nicaragua sandinista)
Por: José Antonio Cedrón

Deterioro del lenguaje y autoritarismo en la Argentina
Por: Ernesto Fernando Iancilevich

“CIUDADES DE SAL”:
La serenidad del desierto
Por: María Aixa Sanz


*Reseñas:


Las páginas gastadas
Marcelino Menéndez Gonzáles

Hábitat
Lucia Salerno

Naufragio
Gustavo Lespada

Una hormiga / un halcón
Kato Molinari

*Nota: Esta sección es para mostrar las reseñas de los libros han llegado a nuestra redacción. Si desea enviarnos su libro, ya sea poesía, narrativa, ensayo, o revistas, puede enviar un ejemplar de la obra a la dirección postal siguiente:

Sr. Paolo Astorga
Av. Malecón Checa 557
San Juan de Lurigancho
Lima 036, Lima-Perú


Agradecemos desde ya su gran contribución para con este espacio.



Lo invitamos a disfrutar de esta nueva edición que ha sido creada exclusivamente para todos ustedes.

Agradeceríamos eternamente que distribuya esta información a todos los que desee conveniente.

Si desea publicar algún texto en nuestra Revista sólo haga clic aquí

Para Visitar la Revista has clic aquí

Si no puede acceder haga un clic aquí: http://es.geocities.com/revista_remolinos

Para enviar comentarios acerca de nuestra publicación sólo firme nuestro libro de visitas haciendo clic aquí


Saludos y Éxitos,

Paolo Astorga
Editor de la revista de creación literaria Remolinos

Descarga gratis el libro de poemas Anatomía de un vacío, escrito por Paolo Astorga, sólo has clic aquí
Descarga gratis el segundo libro de poemas Sin llegar a lo invisible, escrito por Paolo Astorga, sólo has clic aquí

lunes, 4 de agosto de 2008

Revista Literaria Remolinos # 33


Revista Literaria Remolinos # 33

Saludos, estimados lectores de la Revista digital de creación literaria Remolinos. Le informamos que acabamos de editar el número 33 de nuestra revista correspondiente a los meses de Agosto-Septiembre de 2008, la cual contiene la más selecta expresión literaria y cultural de autores de diferentes partes del mundo:


Editorial:

Leer es escucharPor: Paolo Astorga



Poesía:


José Antonio Azpeitia García
Marcelo Pezzotta
Gustavo Vaca Narvaja
Esteban Moore
Rosimeire Leal Da Motta
Ernesto González Barnert
Miguel de Asén
Daniel Rojas Pachas
Manuel Fernández Sánchez
Julio Campos Ávila
Luis A. Velásquez
Hernán Lavín Cerda
Augusto Rodríguez
Gustavo Marcelo Galliano
Aleqs Garrigóz
Nathaly Hernández
Edson Bueno de Camargo
Carolina Amaro
Manuel Parra Aguilar
Nilda Barba
Luis Alberto Salvarezza
Alfredo Palacio
Carlos Ernesto Sánchez
Rudy A. Gomez Rivas
Yamilka Noa
Pablo M. Antúnez


Narrativa:

Adam Gai
Raquel Blasco Sánchez
Gemma Edo
Ana María Manceda
Carlos Almira Picazo
Jorge Queirolo Bravo
Miguel Pérez Díaz
Manuel A. Cartagena
Harol Gastelú Palomino
Sergio Gelista
Ángel Vicente Cano
Fernando Proto Gutierrez
Mariana G. Nastri de Carreira
Ximena Guglielmini

Entrevistas:

George Reyes
Luis Amézaga
Raúl Allain

Crítica Literaria:

EL RAPTO EXISTENCIALEN LA POESIA DE HANNI OSSOTT
Por: María Cristina Solaeche

Raymond Chandler y su simple arte de matar
Por: Andrés Ugueruaga

Nunca llueve sobre el Sáhara
Reseña del libro de relatos de Pedro M. Martínez
Por: María Aixa Sanz

ESCRITURA Y VERDAD
Por: Jorge Carrasco


Artículos:


Federico García Lorca,
víctima de la intolerancia
Por: Jorge Queirolo Bravo

Preguntas
Por: Daniel Alarcón Osorio

La cultura bajo asedio
Por: Luis Alejandro Contreras

LA CORDURA DE ITALO SVEVO EN "SENILIDAD"
Por: María Aixa Sanz


*Reseñas:


Los Secretos del enebro
María Elena Solórzano

Cuaderno del guardabosque
Luis Luna

Para después de la nada
Carlos Becerra

Poemas ásperos y oscuros
María Cristina Solaeche


*Nota: Esta sección es para mostrar las reseñas de los libros han llegado a nuestra redacción. Si desea enviarnos su libro, ya sea poesía, narrativa, ensayo, o revistas, puede enviar un ejemplar de la obra a la dirección postal siguiente:

Sr. Paolo Astorga
Av. Malecón Checa 557
San Juan de Lurigancho
Lima 036, Lima-Perú


Agradecemos desde ya su gran contribución para con este espacio.



Lo invitamos a disfrutar de esta nueva edición que ha sido creada exclusivamente para todos ustedes.

Agradeceríamos eternamente que distribuya esta información a todos los que desee conveniente.

Si desea publicar algún texto en nuestra Revista sólo haga clic aquí

Para Visitar la Revista has clic aquí

Si no puede acceder haga un clic aquí: http://es.geocities.com/revista_remolinos

Para enviar comentarios acerca de nuestra publicación sólo firme nuestro libro de visitas haciendo cliq aquí


Saludos y Éxitos,

Paolo Astorga
Editor de La revista digital de creación literaria Remolinos.Descarga gratis el libro de poemas Anatomía de un vacío, escrito por Paolo Astorga, sólo has cliq aquí

jueves, 29 de mayo de 2008

Obras de Mario Vargas Llosa publicadas en Alfaguara




La ciudad y los perros
La ciudad y los perros se desarrolla en un colegio militar, el Leoncio Prado de Lima, en el que las condiciones de vida son tremendamente duras. Vargas Llosa fija su mirada desolada en la fuerte jerarquía piramidal que impera en el colegio, espejo de la sociedad limeña, donde la humillación, la traición, la violencia, la explotación y la degradación humanas son la garantía para que cada estrato de la pirámide conserve sus privilegios. El escritor, aferrado en ese momento a las tesis sartrianas del compromiso del intelectual realiza un retrato social y político, una descripción de las condiciones de vida en el Perú que ponen de manifiesto la corrupción y la brutalidad de su sociedad.

Los cuadernos de Don Rigoberto
Rigoberto, un maduro empleado de una compañía de seguros, combate su banal existencia con una rica imaginación que va plasmando en cuadernos. Todos sus deseos ocultos van quedando reflejados en estas anotaciones que lo distancian cada vez más de su vulgar existencia, un refinado compendio de la imaginación erótica. Pero la particularidad de estas fantasías es que parten siempre de pinturas, obras literarias y piezas musicales constituyendo un verdadero y exquisito índice de la pintura y la literatura eróticas de todos los tiempos.
Como contrapunto al florido universo de don Rigoberto, está el inquietante y perturbador ambiente que se forja alrededor de su pequeño hijo, Fonchito. Obsesionado con la vida y la obra del pintor austríaco Egon Schiele, el muchacho se sueña como la encarnación del pintor maldito y su misterioso mundo de niñas perversas y autorretratos angustiosos. Entre ellos, la madrastra. Una mujer que es para ambos la figura principal de ese doble mundo de deseos y realidades. Una mujer a la medida de sus más exigentes fantasías.

Los cuadernos de don Rigoberto es, sin lugar a dudas, la obra definitiva de Mario Vargas Llosa sobre el erotismo. En ella se despliegan ante el lector las claves que nuestra memoria cultural ha dado, a través del arte, sobre los misterios del placer sensual.


Narrativa breve
Narrativa breve reúne los relatos más significativos de Mario Vargas Llosa. Los jefes, el primero publicado por el autor (1959), y con el que obtuvo su primer reconocimiento literario, el Premio Leopoldo Alas. Cuando escribió Los cachorros, el escritor peruano era ya dueño de todas sus facultades narrativas, razón por la que el mundo al que da vida es un muestrario de la diversidad de las pasiones personales y colectivas. ¿Quién mató a Palomino Molero? es un retrato de la impotencia de un individuo ante la corrupción de la sociedad. El hablador es una muestra de la habilidad narrativa de Vargas Llosa: dos relatos alternados confluyen en una demostración de la existencia de un inconsciente colectivo que hace a los individuos experimentar momentos de ficción que reafirman el significado de la existencia. Elogio de la madrastra es la primera incursión de Mario Vargas Llosa en la literatura erótica. En este magnífico relato la perversidad y la sensualidad, la culpa y el deseo se entreveran hasta dar forma a una de las piezas más logradas de este género, hasta que aparezca su máximo hallazgo: Los cuadernos de don Rigoberto (Alfaguara, 1997).

Conversación en la Catedral
La novela recrea la opresión de la sociedad peruana bajo la dictadura de Odría a través de diversos ambientes estudiantiles. En la obra se ponen al descubierto, dentro de un complejo entramado de vidas privadas, los mecanismos mentales y morales de los que gobiernan, las costumbres que genera el poder, y las distintas retóricas de las personas que lo ejercen, secundan o envidian. Cuatro libros estilísticamente diferenciados, por los que discurre lánguidamente la conversación entre Santiago y Ambrosio que da título a la novela.

Obra Crítica MVLL
Desafíos a la libertad



La Casa Verde
La Casa Verde es sin duda una de las más representativas y apasionantes novelas de Mario Vargas Llosa. El relato se desarrolla en tiempos distintos, con enfoques diversos de la realidad, a través del recuerdo o la imaginación, y ensamblados con técnicas narrativas complejas que se liberan a través de una desenvoltura narrativa ágil y precisa.

Pantaleón y las Visitadoras
Pantaleón Pantoja, un capitán del ejército recientemente ascendido, recibe la misión de suministrar un servicio de prostitución a las fuerzas armadas del Perú (dentro, claro está, del más absoluto secreto militar). Estricto cumplidor del deber, Pantaleón se traslada a Iquitos, en plena selva, para cumplir su objetivo, pero se entrega con una obcecación tan absoluta, que termina por poner en peligro el engranaje que él mismo había desencadenado. Así arranca la novela de Mario Vargas Llosa Pantaleón y las visitadoras, publicada en 1973 y llevada más tarde al cine.



Mario Vargas Llosa utiliza esta anécdota para subrayar la hipocresía de las instituciones que se llaman ejemplares frente al oficio más viejo del mundo. El eterno debate entre verdad y mentira, necesidad y virtud, las perniciosas consecuencias que depara la observancia rigurosa del deber, valores fundamentales de esta extraordinaria novela.

Concebida y ensamblada con pericia de maestro, Pantaleón y las visitadoras supone un giro en la obra narrativa de Mario Vargas Llosa: el realismo social presente en sus primeras obras da paso a una precisa dosificación del sentido del humor, la sátira y la ironía, que enriquecerán significativamente el desarrollo de su peculiar universo literario.


La Tía Julia y el Escribidor
Ya en el título se recoge la doble historia en que se vertebra su argumento: por un lado, la relación amorosa del joven escritor Varguitas con una mujer de su familia mayor que él, la tía Julia; y por otro, la desaforada presencia del folletinista Pedro Camacho en la misma emisora de radio donde Varguitas trabaja.
La noble pasión amorosa entre la tía Julia y el aprendiz de novelista, que la sociedad limeña de los años cincuenta trata por todos los medios de impedir, se combina incesantemente con las narraciones truculentas del folletinista de las ondas. El contrapunto de una encendida pasión con aires shakesperianos y su correlato melodramático y la inesperada confluencia del devoto de la alta literatura y el escribidor rastrero son algunas claves de esta narración mayor de Mario Vargas Llosa.

La tía Julia y el escribidor reúne el interés de los relatos de aventuras, donde la atención del lector queda sujeta a un final feliz continuamente postergado, y el más desternillante y grotesco pasatiempo, gracias sin duda a las divertidas aportaciones del escribidor Camacho, uno de los grandes personajes del novelista peruano.


[Alfaguara Global (http://www.alfaguara.com/)]

Ribeyro o el desdiario de un hombre cansado


Bruno Hernández Piché


Las formas de la indiferencia son múltiples, abrumadoramente ilimitadas. Con dificultad podría decirse de quien mantiene un diario que es un apático consumado, un olvidado de sí, no se diga de su realidad circundante; el diarista, para ser tal, no puede prescindir de la materia misma con que registra las fatigas del calendario: él y lo demás. Aun así, es posible estar al día y ser indiferente y anodino. Por ejemplo Kafka en la entrada del 2 de agosto de su Diario, año 1914: “Alemania declaró la guerra a Rusia. Por la tarde, en la Escuela de Natación”. Otro gran insatisfecho, Julio Ramón Ribeyro, comparte con el autor de La metamorfosis el hastío del solitario que se aburre los domingos, el personaje cansado que busca con desesperación salir de sí mismo y lo único que logra es caer con las palmas de las manos en el fango del mundo.
Pero en su diario personal, la indiferencia del escritor peruano al que le horroriza la monótona vida de todos los días, se vuelve a veces en su contra prodigándolo con el favor de la visión –a veces profética– en el teatro de los acontecimientos; como en París, durante el año axial de 1968: “La caída de De Gaulle: Gulliver vencido por los enanos. Los franceses no soportan la grandeza, la desmesura. Prefieren una confortable mediocridad. [...] Por no haber tolerado a un Quijote se condenaron a ser gobernados por una cohorte de Sanchos”. Llama la atención que alguien asediado por la pobredumbre de una existencia tan inmóvil como incógnita, pueda al mismo tiempo reconocer en la imagen de un estadista el pulso de la época (o elucubrar en un minucioso texto de criminología, “Al pie de la letra”, el perfil psicológico del antropófago más célebre del momento: Akito Kamura). Cioran es otro miembro distinguido de esa cofradía de ensimismados capaces de concentrar su lucidez pesimista y descreída en un aforismo, o de prolongar amistades en rigurosos ejercicios de admiración.
Los diarios propician la frase sentenciosa, buscan lo imposible: el sentido de un acto vano, el sitio que ocupará un hecho absolutamente mediocre en la complicada historia personal. El antídoto contra el virus de la solemnidad: la ironía llevada hasta la burla y la autoparodia. No es extraño que José Miguel Oviedo, en su prólogo a las Prosas apátridas, refiera el escepticismo de Ribeyro, su humor generoso que no le reprocha a la vida su avaricia para con los destinos ensañadamente malogrados: incontables fragmentos de ese pequeño y luminoso libro provienen de La tentación del fracaso, su diario personal de 1960 a 1974. Ribeyro, el auténtico marginal y segregado del boom por decisión estética propia, hubiera podido escribir una página del diario de Jules Renard fechada en mayo de 1894:

Mi literatura no es sino la continua corrección de lo que me sucede en la vida. Como alguien que febrilmente busca en un libro qué hacer para reanimar al ahogado que yace en la orilla. ~


Alejandro Romualdo, in memóriam


Por Enrique Planas


Una poesía simple, construida con palabras cotidianas, despojada de florituras. La intención del poeta Alejandro Romualdo era clara: democratizar la palabra poética. Quizás algunos pocos poemas rozaron por ello el panfleto, pero la calidad de la enorme obra del fallecido escritor lo convierte, sin duda, en uno de los más importantes del país.

La noche del martes, efectivos del serenazgo de San Isidro encontraron el cuerpo del poeta, quien, preso de la paranoia, no salía de su casa. "Romualdo fue siempre muy huraño y tímido. En los últimos años sentía que había sido abandonado, y por eso se recluyó. Sus últimos años estuvieron marcados por la tragedia", comenta su amigo el poeta Arturo Corcuera, quien reconoce que las muertes, el año pasado, de su esposa Teresa Pereda y de su hijo menor Rodrigo profundizaron su depresión.

Corcuera lamenta también que en los últimos tiempos los jóvenes hayan olvidado y dejado de leer al poeta. "Alejandro era un genio de los ingenios. Fue también actor, humorista, dibujante, prosista sin par y polemista de polendas", recuerda.

Romualdo se ganó una injusta fama de poeta hosco y duro en tiempos en que la producción poética peruana parecía dividirse entre la 'poesía pura' y la 'poesía social'. Corcuera recuerda que muchos satanizaron al autor de "La torre de los alucinados" después de publicar su antología de versos más políticos, "Edición extraordinaria" (1958), y cita, por ejemplo, los ataques del crítico literario Carlos Oviedo, quien llegó a decir: "Romualdo ocupará seguramente un lugar en un partido político, pero no en la literatura".

Asimismo, Corcuera recuerda los mejores años de Romualdo, cuando destacaba por su simpatía, sus ocurrencias y su enorme cultura. "Yo aprendí mucho de él, tanto en sus conversaciones como en la lectura de su poesía". Sin embargo, al final de su vida, ya ni siquiera veía a los amigos. Retirado en su domicilio, el poeta rehusó incluso participar de ningún reconocimiento. Durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo, por gestiones del artista Víctor Delfín se propuso que le entregaran una pensión de gracia, pero Romualdo no la aceptó alegando que solo se la daban a él y que otros escritores también la merecían. "Dijo también que no la aceptaba porque fue el virrey Toledo el que tomó prisionero a Túpac Amaru... Así de ocurrente era Alejandro", explica Corcuera.

INVESTIGACIÓN POLICIAL
En la mañana de ayer, los periodistas hacían guardia frente a la casa del poeta ubicada en la primera cuadra de la calle Ernesto Plasencia, en San Isidro, esperando recabar testimonios de familiares o de la policía que investigaba las causas de la muerte del poeta de 82 años. La noche anterior, una vecina alertó al cuerpo de serenazgo del distrito de que la puerta de la casa del escritor se encontraba entreabierta. Al ingresar al domicilio, lo encontraron en su habitación, tendido boca arriba sobre el piso, vestido con ropa de abrigo. En un primer momento se pensó en un asesinato, pero las investigaciones preliminares de la policía señalaron que la muerte se habría producido a causa de una afección cardíaca. Su cuerpo presentaba un hematoma a la altura de la ceja derecha y una herida en la nuca originada, presumiblemente, al caer al piso.

El cadáver no presentaba huellas de estrangulamiento ni lesiones. Los familiares confirmaron que ningún objeto había sido sustraído de la vivienda.

Luego de su ingreso en la morgue, el cuerpo del poeta fue llevado a la Casona de San Marcos, en el Parque Universitario, donde se realizó el velatorio desde a las 4:30 de la tarde. El servicio fúnebre fue autorizado por Laura Valle, hija del poeta, quien radica en Brasil y llegaría hoy por la mañana a Lima, así como por su sobrina Gabriela Cabada. La UNMSM correrá con los gastos del velatorio y del entierro, que se realizará hoy en un camposanto aún por definir.

PERFIL
NOMBRE Alejandro Romualdo Valle Palomino
EDAD 82 años
TRAYECTORIA Poeta, periodista y dibujante, Romualdo estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1946) y más tarde en la de Madrid (1951). Colaborador en diarios y revistas limeñas, usó el seudónimo de 'Xanno', principalmente en sus caricaturas políticas. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1949.


tomado del Diario el Comercio
OBRAS "La torre de los alucinados" (1949), "Cámara lenta" (1950), "El cuerpo que tú iluminas", "Mar de fondo", "España elemental" y "Poesía concreta" (1951), "Edición extraordinaria" (1958), "Desde abajo" (1961), "Como Dios manda" (1967), "El movimiento y el sueño" (1971), "Cuarto mundo" (1972), "En la extensión de la palabra" (1974), "Poemas" (1975), "Mapa del paraíso" (Antología, 1998).

Revista Literaria Remolinos Número 32


Saludos, estimados lectores de la Revista digital de creación literaria Remolinos. Le informamos que acabamos de editar el número 32 de nuestra revista correspondiente al mes de Junio - Julio 2008, la cual contiene la más selecta expresión literaria y cultural de autores de diferentes partes del mundo:


Editorial:

La poesía como acto de traslación
Por: Paolo Astorga



Poesía:


George Reyes
Graciela Bucci
Rafaela Pinto
Manuel Cuautle
Rocío Soria R.
Amelia Arellano
Carmen Elena Pérez
German Baaez Basteri
Renato Cruz Rodríguez
Johanna Marcela Rozo Enciso
Gustavo Solórzano Alfaro
Rosa Monzón Delgado
Norberto Pannone
Luis Amézaga
Malvina Bouffanais
Gabriel Carvallo
Eva Ruiz
Francisco Jesús Muñoz Soler
Rodolfo Delgado Baumgarten
Jairo J. Rojas R.
Ana María Caliyuri
Carlos Ernesto Sánchez
Álvaro Guerrero Gabella
Julio Campos Ávila
Rubens Jardim
Raúl Allain
Yamilka Noa
Raúl Jurado Párraga


Narrativa:

Carlos Almira Picazo
María Cacho Gallego
Rolando Revagliatti
Odilón Moreno Rangel
María Celeste Vargas Martínez
C. A. Campos
Gloria Losada
Ana María Manceda
Jorge Duran
Luis Perozo Cervantes
Pablo Hernández
Paula Goberna
Daniel Alarcón Osorio
Ana Isabel Espinosa


Entrevistas:

Mariana G. Nastri de Carreira
Nicolas Folch Maass
Mercedes Sáenz

Crítica Literaria:

¿EL ARTISTA TIENE QUE MORIR PARA PODER VIVIR?
Por: Antolin Guzmán Valenzuela

El secreto del haiku
Por: Mónica Maud de Sánchez

ELOGIO DEL SONETO
Por: Leopoldo de Quevedo y Monroy

UN INCANSABLE VIAJERO
(A propósito del libro de Eugenio D'Ors: Lo barroco)
Por: Rafael Fauquié

LOS POETAS DEL DESGARRAMIENTO
Por: Juan Cristóbal


Artículos:


LA LABOR LITERARIA
Por: Jorge Carrasco

La cotidianización de la catástrofe
Por: Gabriel Cocimano

LECTOR DE PALABRAS
QUE NO SE DAN
Por: Lidia Corcione Crescini

LA CORDURA DE ITALO SVEVO EN "SENILIDAD"
Por: María Aixa Sanz



*Reseñas:


Un orden diferente
Graciela Bucci

Te suicida
Carolina Patiño

Los desmoronamientos sinfónicos
Miguel Ildefonso

Folletín de poesía
Erwin Peláez

*Nota: Esta sección es para mostrar las reseñas de los libros han llegado a nuestra redacción. Si desea enviarnos su libro, ya sea poesía, narrativa, ensayo, o revistas, puede enviar un ejemplar de la obra a la dirección postal siguiente:

Sr. Paolo Astorga
Av. Malecón Checa 557
San Juan de Lurigancho
Lima 036, Lima-Perú


Agradecemos desde ya su gran contribución para con este espacio.



Lo invitamos a disfrutar de esta nueva edición que ha sido creada exclusivamente para todos ustedes.

Agradeceríamos eternamente que distribuya esta información a todos los que desee conveniente.

Si desea publicar algún texto en nuestra Revista sólo haga clic aquí

Para Visitar la Revista has clic aquí

Si no puede acceder haga un clic aquí: http://es.geocities.com/revista_remolinos

Para enviar comentarios acerca de nuestra publicación sólo firme nuestro libro de visitas haciendo cliq aquí


Saludos y Éxitos,

Paolo Astorga
Editor de La revista digital de creación literaria Remolinos.Descarga gratis el libro de poemas Anatomía de un vacío, escrito por Paolo Astorga, sólo has cliq aquí

miércoles, 2 de abril de 2008

Revista Literaria Remolinos número 31


Saludos, estimados lectores de la Revista digital de creación literaria Remolinos. Le informamos que acabamos de editar el número 31 de nuestra revista correspondiente al mes de Abril – Mayo 2008, la cual contiene la más selecta expresión literaria y cultural de autores de diferentes partes del mundo:


Editorial:

Una breve opinión sobre la InternetPor: Paolo Astorga



Poesía:


Yolanda Ramírez Michel
Norberto Palou
Rubén Amaya
Silvia Favaretto
Jessica Alvarado Solís
Efraín Altamirano Cáceres
José Garés Crespo
Graciela Heinzen
Oscar Guzmán Chávez
Rodolfo Delgado Baumgarten
Raday Ojeda
Vicente Mayoralas García
Eduardo Dalter
Ana Caliyuri
Rocío L’amar
Eva Ruiz
Mónica Mabel Melo
Rocío Santillana
Mariana G. Nastri de Carreira
Adolfo Marchena
Alvaro B. Chanona Yza
Romina Alejandra Cazón
Ana María Manceda
José Ramón Huidobro
Gladys Mendía
Yamilka Noa
Gustavo Tisocco
César Quispe Ramírez


Narrativa:

Harol Gastelú Palomino
Gerardo Guarache Ocque
Magda Trujillo
Mercedes Reimondo
Fernando Proto Gutierrez
Pablo Martínez Antúnez
Marcelino Yax
Lino Sangalli
Ana Isabel Espinosa
Alberto Fernández
Raúl R. Mondelo Bequé
Ivan Bedoya Madrid
Antonio J. Olivera
Eva Velásquez Lecca


Entrevistas:

Jorge Serra
Miguel Fajardo Korea
C. A. Campos


Crítica Literaria:

Las distintas variantes del discurso popular en Cinco horas con Mario de Miguel Delibes
Por: Jorge Urdiales Yuste

Faulkner
Por: Andrés Ugueruaga

El viejo Eguchi, al fin muerto de ganas
Por: Leopoldo de Quevedo y Monroy

Cruz Maria Salmeron Acosta
El solitario de la cima de Manicuare
Por: María Cristina Solaeche

Carlos Fuentes,
la naturaleza de un escritor sobrenatural
Por: Ricardo Adrián Steiner

Artículos:


Diez años de equivocación
El silencio durante la era fujimorista
Por: César Pancorvo

Tengo una pena contigo,
pienso en macho
Por: José Salomón Gebhard

LITERATURA DE JUNÍN SIGLO XX:
El arca de la memoria
Por: Petroni Gutiérrez Rivera

DORIS LESSING, a propósito del Premio Nobel.(Reseña de "LA GRIETA")
Por: María Aixa Sanz


*Reseñas:


El arte de la destrucción
Raúl Heraud

Matar a la bestia
Augusto Rodríguez

Carrusel de poemas
Marcelino Menéndez Gonzáles

Antología del humor
Varios autores

*Nota: Esta sección es para mostrar las reseñas de los libros han llegado a nuestra redacción. Si desea enviarnos su libro, ya sea poesía, narrativa, ensayo, o revistas, puede enviar un ejemplar de la obra a la dirección postal siguiente:

Sr. Paolo Astorga
Av. Malecón Checa 557
San Juan de Lurigancho
Lima 036, Lima-Perú


Agradecemos desde ya su gran contribución para con este espacio.



Lo invitamos a disfrutar de esta nueva edición que ha sido creada exclusivamente para todos ustedes.

Agradeceríamos eternamente que distribuya esta información a todos los que desee conveniente.

Si desea publicar algún texto en nuestra Revista sólo haga clic aquí

Para Visitar la Revista has clic aquí

Si no puede acceder haga un clic aquí: http://es.geocities.com/revista_remolinos

Para enviar comentarios acerca de nuestra publicación sólo firme nuestro libro de visitas haciendo cliq aquí


Saludos y Éxitos,

Paolo Astorga
Editor de La revista digital de creación literaria Remolinos.Descarga gratis el libro de poemas Anatomía de un vacío, escrito por Paolo Astorga, sólo has cliq aquí

domingo, 9 de marzo de 2008

Los libros de Google




Por Jorge Paredes









Cuando Google anunció en el 2004 la digitalización de unos 15 millones de libros hubo entusiasmos desmedidos y críticas severas. Ahora cuando el buscador más famoso se apresta a celebrar su primera década, aparece un libro que cuestiona este proyecto, llamado Google Book Search. La polémica está abierta.

Esta historia se remonta al 14 de diciembre del 2004. Ese día, Google -el buscador más importante de la red que factura tanto o más que la Coca Cola y que atiende mil millones de consultas al día- anunció desde su matriz en Mountain View, California, la creación de Google Print, un proyecto faraónico que prometía digitalizar unos quince millones de libros impresos. El objetivo era ofrecer gratuitamente, en línea, las obras que estuvieran en el dominio público hasta 1930 y las impresas después con una pequeña remuneración. Para ello contaba con el apoyo de las bibliotecas de las universidades de Stanford y Michigan y con el consentimiento de la Biblioteca Widener, de Harvard, y de la Biblioteca Pública de Nueva York. Desde Londres, la Biblioteca Bodleiana de Oxford también se sumaba al anuncio y ofrecía sus obras anteriores a 1900. El proyecto, sin duda, levantó entusiasmos desmedidos, pero también algunas críticas severas. Jean-Nöel Jeanneney, entonces presidente de la Biblioteca Nacional de Francia, fue el primero en salir al frente y este libro (El día que Google desafió Europa, Editorial Peisa / Lom) sustenta los temores de un hombre europeo frente a un proyecto que él no tardó en calificar como "asunto estadounidense".

Vamos por partes. En primer lugar lo que se cuestiona aquí no es la idea de fondo, la de digitalizar obras impresas, sino la forma en que se llevaría adelante esta iniciativa. Es decir el criterio de selección de las obras y lo que el buscador más famoso de la red entendía por "universal". Jeanneney lo explica así: "En contradicción con lo que han soñado los editores del siglo XIX, no puede existir una biblioteca universal, salvo una que, como mucho, ofrezca miradas específicas sobre lo universal. Por fuerza debemos hacer elecciones todo el tiempo. Podemos calcular en más de un centenar de millones las obras impresas por la humanidad después de Gutenberg (.). La cantidad prometida por Google, que en términos absolutos es impresionante, no corresponde más que a un pequeño porcentaje de esa inmensidad. Hay, pues, que interrogarse sobre los libros que van a componer su selección y los criterios que conducirán a determinar la lista de los elegidos.

Y si Google, consciente de este punto, anuncia un plan -hasta ahora incierto- de clasificación, el debate sobre la validez que ésta pueda tener y sobre el eventual imperialismo que por medio de ella se impondría, no es solamente legítimo, sino sobre todo necesario, ya que corremos el riesgo de que esa selección se imponga en detrimento de una herencia de siglos de sabia reflexión". Y líneas más adelante concluye: "Nos encontramos, entonces, frente a una preocupación cívica que tiene que encarar varios peligros potenciales. El primer riesgo es que, en lo que respecta a las obras cuyos derechos patrimoniales ya han caído en el dominio público, la lista de prioridades favorezca a las expresiones de la cultura anglosajona. También, el peligro de que, por el lado de aquellas obras cuyos derechos están aún protegidos, solo nos sea permitido el acceso a apetitosos extractos en forma de 'avisos publicitarios'; y que, como consecuencia de ello, a medida que transcurra el tiempo, el peso de los editores estadounidenses se torne aplastante".

El trasfondo de esta discusión queda bastante claro. Es eminentemente político. Europa, que con la imprenta dominó Occidente, versus Estados Unidos, que tiene en Silicon Valley, algo así como el símbolo del nuevo poder ejercido por Internet. Y tiene que ver en palabras de Jeanneney con el peligro que un proyecto de esta envergadura representa para la cultura europea y la de países periféricos de Africa, Asia o de América Latina, con lenguas y poblaciones minoritarias. La supremacía anglosajona (Estados Unidos y el Reino Unido) en la red que, en últimas instancias, es también la hegemonía de un modelo cultural regido estrictamente por "la mano invisible" del mercado y la publicidad.

Un mercado que, nos recuerda el bibliotecario francés, organiza generalmente los circuitos de acceso culturales a favor de los productos más elementales, los menos desafiantes o los más banales. O en circunstancias extremas, que organiza los enlaces de acuerdo a los intereses políticos de un estado o de un gobierno, como sucedió -y lo recuerda también este libro- con el acuerdo firmado entre Google y el gobierno chino para censurar algunas páginas del buscador como requisito previo para que el gigante estadounidense pudiera ingresar al mercado más sobrepoblado del globo. ¿Sucederá esto con los libros del proyecto de Google?

NAVEGANDO
Los criterios con los que Google organiza la información en la red también son cuestionados por Jeanneney. Es cierto que cuando uno pulsa una palabra en el buscador se abren decenas, cientos, miles y a veces millones de opciones, pero también es verdad que nadie, o pocos, avanzan más allá de las primeras diez páginas. Por ello es clave conocer el criterio con que Google jerarquiza estos enlaces. La fórmula, dicen en Mountain View, es logarítmica y está definida, entre otros aspectos, por la cantidad de entradas que tiene cada página. Esto hace que las páginas más buscadas lo sean cada vez más, convirtiéndose obviamente en las más rentables. "Podemos fácilmente darnos cuenta de que, visto el peso del registro de las consultas (.), es un sistema donde el éxito va al éxito, a expensas de los recién llegados, de las minorías y de los marginales", escribe el ex director de la BNF.

Obviamente todo lo que plantea el libro son conjeturas a partir de un proyecto puesto en marcha por Google -llamado ahora Google Book Search-, el cual puso en alerta a los países europeos para diseñar un modelo alternativo, de carácter público y que no esté regulado necesariamente por el mercado. Conjeturas propias de un siglo donde lo que sucede en el mundo virtual incide cada vez más en el mundo real, en la sociedad, la cultura, la educación y la política. Con el tiempo los cerebros californianos han transformado el Google Book Search en un motor de búsqueda de reseñas, referencias, mapas, lectura y compra de libros -los de dominio público se pueden bajar gratuitamente-. Con todo, está todavía lejos el sueño de Borges de poder acceder a una biblioteca absoluta que contenga todos los libros producidos por el saber humano. Una quimera que tendría que vencer, primero, las barreras impuestas por quienes pretenden arrogarse la hegemonía de lo universal.

OPINIÓN
Javier Protzel (Universidad de Lima) Pese a que deba felicitarse a Google por la inmensa información que brinda y por los convenios que ha suscrito con las universidades Complutense de Madrid, de Oxford y de Harvard para digitalizar las colecciones que conservan en sus bibliotecas, los reparos de Jean-Noël Jeanneney me siguen pareciendo válidos. No olvidemos que Google acapara aproximadamente el 70% de las búsquedas mundiales de la World Wide Web. En el proyecto Google Book Search, qué duda cabe, se está afirmando una vez más la hegemonía de la lengua inglesa. Frente al estereotipo de unos Estados Unidos cosmopolitas y abiertos al mundo deberá notarse que solo el 3% de las publicaciones de ese país son traducciones de lenguas extranjeras. La expansión del inglés como lingua franca académica ha hecho retroceder a otras lenguas y ha llevado a subestimar a los autores no traducidos al inglés. Aunque el Google Book Search arguya ser un motor de búsqueda multilingüe, ello no impide que la mayor parte de los sitios a los que da acceso estén en inglés, lo cual va habituando al internauta no angloparlante a contentarse con la lectura en ese idioma. A esto se agrega que la mayoría de las publicaciones que Google escanea y pone a disposición estén escritas en inglés, o bien sean traducciones de otras lenguas. Por otro lado, cada consulta al buscador inevitablemente selecciona y jerarquiza, puesto que al lado del privilegio lingüístico está el criterio comercial que le da a Google sus ganancias: a mejor pago del anunciante en la subasta, mayor prioridad obtenida en la larga lista de links publicitarios que aparecen al lado derecho de la pantalla, predominando la lógica del marketing. La propuesta de Jeanneney se orienta en cambio a la formación de un gran motor de búsqueda multilingüe y de alcance universal, sin fines de lucro, cuyos primeros pasos están dando las bibliotecas nacionales de varios países europeos.