domingo, 30 de septiembre de 2007

Revista Literaria Remolinos # 28 2do Aniversario



Saludos, estimados lectores de la Revista digital de creación literaria Remolinos. Le informamos que acabamos de editar el número 28 de nuestra revista celebrando nuestro 2do Aniversario en la red, la cual contiene la más selecta expresión literaria y cultural de autores de diferentes partes del mundo:

Editorial:
Remolinos, 2do AniversarioPor: Paolo Astorga


Poesía:

Carlos Caballero
Winston Morales Chavarro
Clarisa Caropreso
Oscar González Pardo
Alfredo Palacio
Octavio Fernández Zotes
Alejandro Félix Raimundo
Mario Gallo
Xesca Almécija
Patricia Garma
Augusto Rodríguez
Pedro Larrañaga
Roy Dávatoc
Susana Lizzi
Andrés Pons
Pepa Ortiz Moreno
Gustavo Solórzano Alfaro
Pia Vittery
Ana María Rodríguez
Luis Alberto Carro
Patricio Alvarado
Rafael García Godos Salazar


Narrativa:
Ana María Manceda
Harol Gastelú Palomino
Jorge Rodríguez
Antonia Romero Sánchez
A. Morales Cruz
C. A. Campos
Carlos Almira Picazo
Sandra Becerril
Nicolás López Dallara
Daniel Abelenda Bonnet
Javier Guerrero Rodríguez
Odiseo Schloss

Entrevistas:
Franklin Ordóñez Luna
Eva Velásquez Lecca
Gonzalo Del Rosario


Crítica Literaria:

Oswaldo Chanove.
Sobre Héroes, Jinetes y Capitanes.
Por: Miguel Ildefonso
Concupiscencia
de Siomara España
Por: Augusto Rodríguez
Retardar sueños del principio:
La poesía de San Juan de la Cruz
Por: Salomón Valderrama Cruz
La vereda de Bukowski
Por: Aldo Jara Reyes

Artículos:

Aproximación al análisis
del Discurso de Arturo Uslar Pietri:
UNA LARGA JORNADA
Por: María Elena Del Valle
Vigor y vida de lo rural
castellano en Castilla habla,
de Miguel Delibes
Por: Jorge Urdiales Yuste
El Museo Del Holocausto De Jerusalén:
Lección Troncal Para El Mundo
Por: Víctor Corcoba Herrero
La decisión de Sophie:
¿Origen de la novela anglosajona?
Por: María Aixa Sanz


Reseñas:

Viruspop
Rafael García-Gados Salazar
Reyertas y desafíos
Manuel Aguirre
Cuentos cortos de vivos,
muertos y aparecidos
Noelia Rodríguez
Filamentos
Alfredo Palacio



Lo invitamos a disfrutar de esta nueva edición que ha sido creada exclusivamente para todos ustedes.
Agradeceríamos eternamente que distribuya esta información a todos los que desee conveniente.
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Saludos y Éxitos,
Paolo Astorga
Editor de La revista digital de creación literaria Remolinos.Descarga gratis el libro de poemas Anatomía de un vacío, escrito por Paolo Astorga, sólo has cliq aquí

viernes, 14 de septiembre de 2007

VELO



A él lo imaginabas sin manos ni piernas
como un poema que se recuesta entre la luna estéril
que se hunde bajo las lágrimas de un niño iraquí.
Veías sus heridas
a su madre muerta a su costado
a su padre preso por un plato de comida
a su abuelo, la caja negra donde colecta
las fracturas de su voz.

Y ya nadie, detrás y delante, ya nadie.

Aún el aliento que huye por las ventanas
y las moscas que regresan a su piel,
gritos que ahogan sus entrañas,
debajo muy debajo
una tierna palabra derrotada
que parece hacerlo dormir.

De: Anatomía de un vacío, 2006
Paolo Astorga

jueves, 13 de septiembre de 2007

Av. Arequipa


Una señora está sentada sobre una flor agonizando
y ha vuelto abrir el relicario de su vida,
una falsa estatua de madera
entre sus brazos que escarban el silencio.
Un hombre anciano
la mira y no deja de llorar
de regalarle flores y cantarle que la ama.
No para de besar su frente
sus manos, no cesa de acariciar sus cabellos.
Un niño
tirado en el césped ha cargado entre sus manos
la soledad
la enfurecida realidad de su desnudez
y ha visto su muerte,
en una tenue boca que se abre
mientras todo se olvida
debajo de los sueños,
aquellos que no dejan de morder mi carne quemada.

Poema de Paolo Astorga


ENTRAÑAS


Hierve una estrella en sus piernas desconocidas
y nadie, nadie
la consuela entre la lluvia.
Extraños son los muros que pueden desnudar tu rostro desde esta
falsa avenida,
inútiles promesas que rodean el espíritu de una rata atropellada
por su sombra.
Nadie
se ha fijado en tus huellas.
Siempre una muerte elegante
siempre un tiburón levantándote la falda
mientras huyo de tus ojos,
y en mi vientre
se ahogan todas las palabras.
Un signo
una señal
se derrama entre un coro de bocinas
donde hay un hombre que recolecta sus sueños
buscando incansablemente entre la basura
una luz interminable.

Cuarteles de Invierno 3

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miércoles, 12 de septiembre de 2007

El poder de Emma Bovary


Hace 150 años apareció Madame Bovary, la gran novela de Flaubert y desde entonces muchas cosas cambiaron en la tradición narrativa occidental. En este artículo, se rinde tributo a esta verdadera piedra angular de la novelística moderna.


Por Alonso Cueto


La última escena de Madame Bovary es probablemente una de las más memorables de la historia de la literatura. En el mercado de Argueil, el viudo Charles Bovary se encuentra con uno de los ex amantes de su mujer, Rodolfo Boulanger. Charles se siente extasiado al verlo. Sabe que su esposa ha amado ese rostro. Le parece ver algo de la cara de ella en la de su amante. Al final del párrafo, el narrador agrega un breve comentario: "Le hubiera gustado ser aquel hombre". (1) Rodolfo, en cambio, apenas le devuelve la mirada. Presa del nerviosismo, busca desviar la conversación en una dirección vaga. Alude a temas agrícolas, "tapando con frases triviales todos los intersticios por los que pudiera colarse una alusión". Charles no lo escucha. Mientras el amante de su esposa habla, el rostro de Charles se va inflamando, hasta que, sacándose la espina que tiene en el corazón, lo interrumpe diciéndole, "No le guardo rencor".La "furia sombría" en su tono se repite cuando le insiste, "No, ya no le guardo rencor". A continuación, Charles añade una "gran frase", según el narrador, "la única que dijera en toda su vida": "Es cosa de la fatalidad".Rodolfo, que según el narrador, "había conducido esa fatalidad", encuentra que Charles es "bien buenazo para un hombre en su situación, hasta cómico y un poco vil".LA FUERZA DEL DELIRIO La escena tiene una enorme importancia porque señala la supervivencia del melodrama, aún después de la muerte de Emma. Hasta entonces, Charles ha sido un personaje trivial y tedioso. Sin embargo, en esta escena, curiosamente, pretende estar a la altura de quien su esposa siempre quiso que fuera, el personaje de un melodrama que puede lanzar una frase memorable. Busca en otras palabras, barnizar su humillación de alguna grandeza, y ser un digno marido de su esposa. Sin embargo, a Charles le parece un tipo "buenazo" y hasta "un poco vil". Este contraste de perspectivas es esencial en la novela. Lo que para Charles es una frase grandiosa y alturada, para Rodolfo es un gesto cómico y vil. La visión que tiene Charles de sí mismo es la de un hombre humillado que busca alguna forma de grandeza final. La que tiene Rodolfo de él es la de un tipo que ahonda en su ridículo. Al igual que Don Quijote, Madame Bovary es una novela perspectivista, que toma la realidad como fuente de realidades subjetivas. Charles no es el único que quiere estar a la altura del melodrama de su esposa. En el famoso pasaje de los comicios agrícolas del capítulo ocho y en su carta de despedida del capítulo doce, de la segunda parte, su amante Rodolfo le lanza declaraciones cursis interesadas. Frases como "nuestras pendientes particulares nos llevaron junto al otro como ríos que corren para juntarse", "El mundo es cruel", "Oh, Dios mío, no culpes a nadie más que a la fatalidad", aparecen en su carta (esta última frase es precisamente la misma que repite Charles, ante Rodolfo en la última escena). Lo mismo puede decirse de León, que al final del capítulo quinto de la segunda parte, busca versos para complacerla y que llega al extremo de copiar un soneto para encontrar la rima de su segundo verso. Leon, Rodolfo, Charles. Los hombres de Emma Bovary pueden amarla o aprovecharse de ella, pero todos sucumben, acaso sin saberlo, a los embrujos de su delirio. Saben que el único modo de relacionarse con ella, en la verdad o en el engaño, es a través del melodrama. Tanta es su fuerza, que aún cuando desaprueban o quieran aprovecharse de ella, los hombres terminan sometiéndose a la visión de Emma (2). El que está en las antípodas de este sentimentalismo cursi es sin duda el boticario Homais, cuyo materialismo ha desterrado por completo el melodrama de su vida. Lo mismo puede decirse del mercader Lheureux. No es de extrañar que el arsénico que ella toma venga de la tienda de uno y que la decisión de su muerte se deba en parte a las deudas que tiene con el otro. UN NARRADOR HUYENDO DE SU PERSONAJE La influencia que tiene en los hombres que la rodean es quizá una prueba de la secreta admiración que le tenía Flaubert (quien en su vida sentimental era mas bien un tipo débil, nervioso y solitario). Podemos especular que la naturaleza pasiva de Flaubert creó, por compensación, a un personaje con una naturaleza opuesta. Emma es un principio activo. Como el mundo es demasiado pequeño para ella, quiere convertirlo en el lugar de sus sueños. Cuando Flaubert escribe el libro, entre 1851 y 1856, el romanticismo hace mucho que ha pasado su mejor época. Hijo del realismo, Flaubert conserva, sin embargo, en el fondo, un corazón romántico. Crea, desde su visión clínica del mundo, a un personaje desbordante. Enfrascado en las brumas de su personalidad y las limitaciones de sus dolencias (entre ellas la sífilis y la epilepsia de rasgos histéricos), Emma debe haberle parecido un personaje modélico, al que miraba con menosprecio pero también con temor. Quizá, debido a ello, la trata con una distancia irónica. Algunas veces, como durante la fiesta de los marqueses, la presenta como una mujercita pretenciosa y ridícula. Rodolfo, Leon y otros también son ridiculizados o denigrados. A diferencia de Tolstoy (es el reproche de Steiner en un famoso libro), Flaubert no se atreve a ensalzar o a celebrar a sus protagonistas. Su pesimismo, su pudor, su miedo a ser un escritor "sentimental", se lo impiden. Lo que ansía, a través de la forma perfecta, es retratarlos y ponerse por encima de ellos. Y sin embargo, en ocasiones, su corazón romántico lo traiciona. En algunas escenas, Emma se abre paso y vibra con luz propia. Una de las más notables es sin duda la escena de su muerte, una pieza maestra en el difícil arte narrativo de la descripción de agonías. Entre todos los detalles memorables de esa escena, el beso de Emma al crucifijo, "el más grande beso de amor que jamás hubiera dado", va a acompañar a sus lectores siempre. Con sus prodigiosas técnicas (entre ellas, el estilo indirecto libre y los vasos comunicantes, que con tanta maestría ha analizado Vargas Llosa), Flaubert cambió para siempre el modo de escribir. Desde su gran novela, los escritores apenas se entrometen en la narración para opinar o comentar, como sin embargo lo seguiría haciendo muchos años después Víctor Hugo. En el siglo XX, es muy raro el caso de un narrador de talento que sea comentarista o juez de sus personajes. También influyó en nuestra visión de los seres humanos. Creo que introdujo para siempre el tema de la banalidad, el ridículo y hasta el absurdo como central en la narrativa. Y sin embargo, a pesar de lo que dicen sus críticos, logró que en medio de todo ello, apareciera, de vez en cuando, intacta, la presencia sensual y violenta y cursi de Emma Bovary. La novela sigue viva no por su perfección formal sino porque su lenguaje está, en grandes ocasiones, al servicio de Emma. La vemos y la oímos, la sentimos cerca, con su corazón palpitando. En la carroza con su amante, aullando de amor frente a "Lucía di Lammermoor", besando el crucifijo, Emma está aquí, acechándonos con sus excesos, los que faltaron en la vida de Flaubert, y en las nuestras.(1) En ésta y en las citas que sigue, seguimos la traducción de Consuelo Berges, en la edición de Alianza Editorial (Madrid, 1974).
(2) En este tema, me parece que puede trazarse un paralelo con uno de los modelos de Flaubert, que es el Quijote. A lo largo de la novela de Cervantes, como en la de Flaubert, muchos de los personajes con los que se encuentra ceden, en broma o en serio, a las fantasías del Quijote y construyen un mundo a su semejanza (un ejemplo conocido es el episodio en el palacio de los Duques, que simulan recibirlo en un castillo encantado).

Arte de nariz


Por Miguel Ildefonso


En Galería (2002) Miguel Ángel Malpartida recreaba la tradición pictórica (Yves Tanguy, Monet, Dalí, etc.) para sus lienzos con la palabra, adentrándonos en un despliegue imaginativo (casi abstractos, cubistas, surrealistas) que reflejaba los estragos existenciales de sus propios demonios. El tratamiento lúdico y sin culpas con un tema específico y con un aspecto de la cultura que dan unidad al libro es uno de los rasgos más notorios de la nueva poesía del 2000. El poeta delimita un objetivo claro antes de arrojarse de "nariz" (poemarios de Diego Lazarte o Manuel Fernández, p. e.).
Italo Calvino, en Seis propuestas para el próximo milenio, donde desarrollaba los conceptos de levedad, rapidez, exactitud, visibilidad y multiplicidad, decía: "Mi fe en el futuro de la literatura consiste en saber que hay cosas que sólo la literatura, con sus medios específicos, puede dar." Es a la luz de esta idea que se puede acceder a una lectura de Arte de nariz (Editorial Mesa Redonda, 2007); es decir, la poesía (en este caso) ante un tema bélico nos puede brindar lo que no nos da la historia o el ensayo, quizás debido a que, en palabras del poeta, "el alma se nos va en ello hasta despertar".
La preocupación del tema bélico en Malpartida no es sólo de tipo ético, va más allá y más acá. Ensaya el riesgoso vuelo alto de la metafísica de la muerte ("ahora dormita desde su copa de vino,/ tan roja como un mar empozado,/ tan cierta", recuerda el recipiente de Muerte sin fin de José Gorostiza), la belleza ("La habitación oscura ocultará tu lumbre,/ la lumbre/ que sufre el roce de tus piernas/ mientras sonríen las flores/ que adornan tus sienes") y el éxtasis ("Sus brazos van contra la bruma,/ su sexo es un viento atravesado."), y al ras de la tierra los nostálgicos flashes de la memoria familiar ("Las manos marítimas/ o subterráneas de mi padre/ atraen el olvido"). Antes de que alce vuelo el aviador militar o el poeta, besa la imagen femenina (extraída de las legendarias chicas del ilustrador peruano Alberto Vargas, 1896-1982) que había puesto en la punta de la nave (de matar y de morir). Hará un viaje hacia la muerte, hacia la muerte de otros, a la vez que el apego a la vida se hace más fuerte, lo que le hacer hurgar en sus recuerdos de infancia. Recobrar el sentido de la vida, entonces, implica vivir el vértigo previo de afrontar la muerte: ese es el despertar que mencionaba al inicio. La lección cruda que recogemos no es sólo aquella que recién conocemos lo que es la vida en el último tramo de nuestro destino, lo peor es ver lo fácil que podemos caer en la guerra, y repetirla tantas veces (un eterno retorno). Y esto último sí se puede interpretar como un mensaje antibélico.
Malpartida traza la trayectoria de su vuelo: de la levedad a lo pesado (tal su propuesta ética y estética), como el kamikase de Kyoto de su poema. Para Parménides la levedad era positiva y el peso negativo; para Nietzsche el peso era terrible y la levedad maravillosa. En la novela de Kundera, La insoportable levedad del ser, se niega esos juicios; si bien lo pesado nos destroza y aplasta, es también la "imagen más intensa de la plenitud de la vida. Cuanto más pesada es la carga nuestra vida será más real y verdadera." Por otro lado, la levedad hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire a tal punto de volverse insignificante. Por tanto "el peso y la levedad no son una contradicción". "El peso por sí no tiene cualidad de peso, dentro de él existe levedad; al igual la levedad no carece de peso; son estados complementarios, que se pueden transformar uno en otro." Es así que vemos en la poesía de Malpartida que "Las flores del cerezo caen/ sin cesar sobre el monte de Kyoto", y junto a esa caída cae su corazón "abatido en llamas".
El poeta y el aviador militar han emprendido su último vuelo atraído por el sueño que le "ofrece" una mujer, la plasmada en la punta de la nave. Eros y tánatos embarcados en una "sagrada ceremonia", para la que se lleva "lápices de color en las manos". En, para mí, el mejor poema del libro, Dado al sol, el viaje significa también el retorno del hombre ("viajando hacia el corazón/ de la tierra"), fusionado - "deberás decirle muy despacio/ mientras te observa (como al abuelo y al bisabuelo/ en la tarde del novecientos)" -, y que ha recobrado su unidad ("Solo así, la tarde podrá recuperar/ su aroma melodioso, las astillas serán sillas,/ florecerá el viejo árbol de carcoma"). Este SOL-DADO DADO AL SOL habrá de iniciar algo nuevo (cuando "un rayo de viento" fije "la ventana y el plomo derrite sus botas"), distinto a lo pesado que significa toda guerra ("hasta convertirlo en pequeño fuego fatuo/ sobre la hierba"). Esa es la esperanza que nos revela siempre la poesía desde adentro del ser, revelándonos ante la muerte lo que nosotros mismos hemos dejado de lado. Y este es el fin del vuelo y su entrega a la belleza de Arte de nariz.

APJ convoca a Concurso Nacional de Poesía José Watanabe


• Premio es de US$ 2,000 más la edición del poemario.


La Asociación Peruano-Japonesa convoca a la sexta edición de su concurso nacional de poesía, que esta ocasión lleva el nombre del recordado vate peruano José Watanabe.
La convocatoria cierra al mediodía del 30 de noviembre de 2007 y pueden participar todos los peruanos residentes en el país o en el extranjero. Los trabajos presentados deberán ser inéditos, tanto en soporte impreso como electrónico.
El conjunto debe contener un mínimo de 30 poemas y un máximo de cien, en no más de cien páginas. Los trabajos se presentarán a la dirección de la Asociación Peruano-Japonesa (Av. Gregorio Escobedo 803, Jesús María). El fallo del jurado –integrado por Marco Martos, Doris Moromisato y Ricardo Silva Santisteban–se dará a conocer el 15 de enero de 2008. Informes en la asociación y en la página web: http://www.apj.org.pe/.

domingo, 2 de septiembre de 2007

ARTAUD


De "La segunda carta conyugal"

Necesito a mi lado una mujer sencilla y equilibrada,
y cuya alma agitada y oscura
no alimentara continuamente mi desesperación.
Los últimos tiempos te veía siempre
con un sentimiento de temor e incomodidad.
Sé muy bien que tus inquietudes por mí
son a causa de tu amor,
pero es tu alma enferma y malformada como la mía
la que exaspera esas inquietudes
y te corrompe la sangre.
No quiero seguir viviendo contigo
bajo el miedo.

Crean premios literarios Alba con 75 mil dólares


Se acaba de convocar en La Habana los premios del Fondo de Cultura de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) a la creación literaria y las artes. Se concederán anualmente dos premios, uno dirigido a la creación literaria y el otro al resto de las artes. Cada uno de ellos será único e indivisible y consistirá en 75.000 dólares. El premio será entregado anualmente a "la obra de una vida" de creadores que estén vivos. ALBA es una entidad cubano-venezolana creada en febrero del 2006.

OTROS 4 POEMAS (Paolo Astorga)


OBLIGADO A VERLO TODO

La mujer de rojo me mira y yo miro para atrás:
Un camino eterno
y delante, sólo un fósforo a punto de apagarse.





ASÍ

Escucha el palpitar del río por las noches
y aprende a perder los recuerdos.

Espera que caiga la lluvia
y acércate silenciosa a mis brazos,
entonces así entenderé tus lágrimas.





UN TUMULTO

Ya no crees en venir a ver el mismo agujero
y convertirte en un repetidor de palabras.
Aquí me tienes echado entre toboganes de arena
aquí me tienes
hecho un barco de papel en el desierto.
Ya no crees que puedes volar
y es porque tus ojos se han centrado
sobre la oscuridad del piso.





CANTO EXTRAVIADO

Y otra vez
donde el león desolado dejó entre sus fauces
una historia
mil luces brillantes desnudas y abatidas
dictan las horas deshonradas a un reloj.
Otra vez
el crepúsculo soñado se contempla desde tus ojos
mientras
quebrados árboles sentencian la tierra casi baldía
que se extiende en nuestras manos como un vientre inmóvil
y encendido.
Otra vez
la soledad terrestre en los pulmones
como una brújula desmemoriada
como un clavo prendido entre las piernas.